
Los mercadillos no sólo son el lugar idóneo para conseguir licras, perfumes y bolsos a precio de ganga sino también para deleitarnos con el peculiar uso del lenguaje de los vendedores, generalmente a voz en grito (“¡Me los quitan de las manos, mecheros sumergibles a 50 céntimos!”), pero también en formato escrito, con esa singular mezcla de descaro, ortografía libre y humor calé que tanto nos gusta.
Si no queda satisfecha…

Vitorio y Los Chinos

Inusual fomento de la lectura

Libre mercadillo

El que la yeba, la paga…

Super X

Compatibilidad universal

Cuestión de igiene

Empiezan así…

… y acaban así

Los cacahuetes por la ventana

Ofertón

No es por placer, no se crean

Las imágenes han sido tomadas por todo el morro de La Llavadora, Jo Que Cosas, La Broma, Kioner y Flickr.
No hay comentarios:
Publicar un comentario