20140519

No quiero contratar a más mujeres

ésta es la fuente original:
I Don't Want to Hire Women | Clarissa's Blog

una cosa es tener buenas intenciones, y la otra perder tiempo y dinero.. como concluye, no es nada de lo que predique el feminismo: los problemas de las mujeres en los puestos de trabajo vienen de las propias mujeres..


No quiero contratar a más mujeres


Ya lo he dicho. Probablemente te sentó mal cuando lo leíste y yo casi me avergüenzo mientras lo escribía, pero así es. Soy mujer, feminista, madre y empresaria apasionada. No solo soy partidaria de la igualdad, sino que también he roto el techo de cristal en todos los aspectos de mi vida laboral. Me cabrea sobremanera encontrarme artículos que insisten en que hay diferencias entre los géneros que van más allá de lo estrictamente físico. Tuve la suerte de tener buenas referencias femeninas en mi vida que me enseñaron que soy capaz de conseguir cualquier cosa que desee.

Durante años he contratado a numerosas mujeres: educadas, inteligentes y altamente capaces. Y a pesar de todo ello, estoy agotada. Estoy terriblemente cansada de ser psicoanalista y cuidadora de niños, de tener que lidiar con juegos mentales pasivo-agresivos y de tener que dudar constantemente de mi valía como directora. He tenido unos cuantos casos de mujeres que dejaron el trabajo para quedarse en casa y “pensar en su próximo proyecto de vida”. No, no lo hicieron para quedarse en casa y cuidar de los niños o marido, o novio mientras se toman un descanso (por ejemplo, para aprender un idioma o cualquier otra habilidad inaplicable que se puede hacer después del trabajo). Curiosamente, en todo este tiempo no he tenido un solo caso de un hombre que haya dejado su trabajo sin tener un sólido plan en su cabeza.

He tenido casos de mujeres que lloraban en reuniones, que han venido a mi oficina a preguntarme si todavía me caen bien y que se montaban un terrible melodrama por una cuestión estrictamente laboral. Soy incapaz de expresar mi agradecimiento a mis empleadas femeninas por cada una semana de trabajo. Este es un ejemplo: Mi recepcionista renunció al puesto y, a lágrima viva me dijo que todavía estaba apasionada por nuestro proyecto y le encantaba el trabajo, pero que no era capaz de lidiar con el hecho de que no valorase su trabajo lo suficiente. No supe a lo que se refería exactamente, así que le pedí un ejemplo. “¿Recuerdas cuando compré el cuadro con las mariposas para ponerlo a la entrada?” Si –le respondí- “pues ese es un ejemplo”.

“Espera” –le dije-. “¿No te di las gracias por aquel entonces?” –“Si, pero no me dijiste porque, o lo qué te gusto de ese cuadro exactamente”.

En realidad ella lo había comprado con la tarjeta de la empresa y no me había gustado el cuadro para nada, pero no se lo dije.

He aprendido a tomarme las críticas de distinta manera dependiendo de si vienen de un hombre o de una mujer. Cuando tengo que decirle algo a un hombre, se lo digo, simplemente. No tengo que darle demasiadas vueltas. Simplemente se lo digo y punto, tenemos un pequeño intercambio de palabras y continuamos con nuestras cosas. Normalmente agradecen mi opinión. Con las mujeres no sucede así. Tengo que pensarlo, planearlo, darle vueltas, consultarlo con mi socio y pensarlo de nuevo. Comienzo siempre dándole las gracias o alabando su trabajo para amortiguar mi comentario negativo, pero normalmente no basta. Hablamos un montón sobre el tema, analizamos cada una de las palabras y luego regresamos al tema en cuestión al rato o en el futuro. Y todavía tengo que asegurarles que me caen bien. Una, y otra, y otra vez.

Todavía no he tenido un solo caso de un empleado varón que haya venido a mi oficina para hablarme mal de un compañero con el que haya tenido un encontronazo puntual. ¿Mis empleadas mujeres? Todas y cada una de ellas.

Cuando comencé mi empresa, estaba apasionada por muchas razones. Una de ellas era convertir mi empresa en un sitio agradable para mujeres, para que pudieran comenzar su carrera profesional. Después de todo, éramos mujeres, madres con hijos pequeños, comenzando una empresa en un sector muy competitivo. Quería celebrar los éxitos de mis empleadas, animarlas para encontrar su sitio, festejar con ellas sus embarazos y sus largas bajas por maternidad, ser comprensiva con sus necesidades de compaginar trabajo-casa-escuela-niños. Sin embargo, no tenía ni idea de que los problemas a los que las mujeres se enfrentaban en sus puestos de trabajo no tenían nada que ver con las causas que el feminismo expone. No son los hombres quienes sabotean a las mujeres en el trabajo, ¡son ellas mismas!

¿Cuál es la causa del problema? ¿Falta de autoestima? ¿La educación equivocada? ¿Qué me estoy perdiendo? ¿Hay algo más que debería estar haciendo como directora? Os agradezco vuestros comentarios, mientras tanto sigo poniendo los currículos de mujeres que voy recibiendo en la carpeta de “llamar el mes que viene”.

20140514

"The first 100.000 is a bitch" | Dividendogma

"The first 100.000 is a bitch" | Dividendogma

Hay una frase muy interesante de Charlie Munger que siempre he tenido en mente desde que leí un artículo sobre él. Charlie Munger es un nonagenario cuyo nombre ha pasado en buena medida desapercibido al gran público al estar a la sombra de un gigante como es Warren Buffet (pocos años más joven que él). Ámbos son naturales de Omaha (Nebraska). Charlie Munger es aún vice-presidente de Berkshire Hathaway y Buffet se refiere a él a menudo como su mano derecha. Si, parece que esta gente no se jubila nunca…
Charlie Munger pronunció la frase “the first 100.000 is a bitch” durante una junta general de accionistas de Berkshire Hathaway. Puedes leer algunas referencias a esto en Internet, Literalmente significa “los primeros 100.000 son una puta” y dejando de lado cuestiones de corrección política respecto al lenguaje empleado, hacía referencia al gran esfuerzo requerido para acumular un capital de 100.000 dolares desde la nada. Añadía Munger que tras los primeros 100.000 el resto es más fácil. Pero ¿a qué se refería exactamente?

El fondo de esa frase tiene que ver con el trabajo que requiere la acumulación de capital y la manera en que cierta masa crítica de capital comienza a ayudar en el proceso posteriormente. En el camino que estamos siguiendo quienes invertimos por dividendos existe una masa crítica que si bien no es generalizable a cualquier persona, definitivamente existe y comienza a manifestarse una vez la has cruzado. Quizá cada uno de nosotros no sepa dónde se encuentra su propia masa crítica pero sus efectos serán perceptibles una vez la franquees.

Como siempre la mejor manera de comprenderlo es con un ejemplo. Supón que a través de un esfuerzo continuado de ahorro llegas a conformar una cartera de valores que te retorna un 5% anual en forma de dividendos (ya descontados impuestos). Supón ademas que en total has invertido un total de 100.000 euros, con lo que tu yield on cost (YoC) se sitúa en estos momentos en ese 5% del que hablaba. En esa situación, cada año recibirás 5.000 euros en forma de dividendos que podrás reinvertir como estimes oportuno. Sin contar otros factores, como el crecimiento del dividendo si tu selección de valores es adecuada, los próximos 5 años te proporcionarán 25.000 euros de ingresos pasivos que no tendrán que ser acumulados con el mismo grado de esfuerzo inicial. Así, el trabajo para hacer crecer tus ingresos pasivos será cada vez más liviano. El esfuerzo requerido no será lineal a lo largo de todo el proceso sino que tenderá a suavizarse con el paso del tiempo.

La frontera de esa masa crítica a la que aludía hace un momento dependerá fundamentalmente de tu nivel de gastos y de tu capacidad de ahorro pero una vez tus ingresos por dividendos cubran una parte importante de tus gastos, digamos por ejemplo el 50% de los mismos, el “efecto bola de nieve” comenzará a ser apreciable. Por un lado elevarás tu capacidad de ahorro y por otro el capital acumulado te echará una mano de manera constante. En la practica esto significa que el periodo de tiempo que necesitarás para cubrir el otro 50% de tus gastos a través de dividendos será bastante menor que el tiempo que necesitaste para el primer tramo.

Es este punto es importante recalcar la importancia del control de tus gastos en el proceso. Y para que veamos hasta qué punto esto es vital pondré un par de ejemplos algo extremos, pero al parecer reales, de nuestros amigos Warren y Charlie de Berkshire Hathaway. Cuentan que el propio Buffet, ya siendo un conocido millonario, al llegar a un aeropuerto tenía que realizar una llamada local desde una cabina de teléfonos (supongo que en la época pre-móviles). El caso es que la moneda más pequeña en su poder era de un dólar y sabiendo que la llamada no costaría mas de eso y que la cabina se lo cobraría integro, acudió previamente a un mostrador a pedir cambios.

Y por último, ¿has visto la web de Berkshire Hathaway? Visítala por favor, ¿no te parece que hayas vuelto a los años 90? La web parece estar desarrollada en simple HTML con un editor de texto… ¿crees que se habrán gastado mucho dinero en ella?

20140508

cómo jubilarte con un millón en el banco "trabajando" solo 15 minutos al año

a lo mejor habría que revisar la guía y adaptarla a la realizad de hispanistán:
  • sueldo de 800 Euros, o cuota de autónomos mínima de 300 euros,
  • la electricidad más cara de Europa,
  • coste de la vida creciente (impuestos, tasas, basuras, IBI, alimentación)..



cómo jubilarte con un millón en el banco "trabajando" solo 15 minutos al año

la mayoría de los jóvenes creen que para cuando llegue el momento de la jubilación la seguridad social ya no estará ahí para darles su merecida pensión. y, aunque es imposible predecir el futuro, tanto los datos como las previsiones de los expertos apuntan que así será

el analista e inversor estadounidense william bernstein quiere ayudarles y por eso acaba de publicar en amazon su último libro ‘if you can: how millennials can get rich slowly’, algo que podría traducirse del inglés como ‘si puedes: como los jóvenes pueden hacerse ricos poco a poco’

según afirma bernstein en esta concisa guía de apenas 27 páginas y 7.000 palabras, es posible llegar a la edad de jubilación con un millón de dólares en el banco trabajando únicamente 15 minutos al año y mejorando los resultados de cualquier inversor especializado en bolsa.

¿cómo? pues de una manera bastante simple pero complicada de poner en marcha sobre todo para los más jóvenes: “es necesario que a partir de los 25 años ahorres el 15% de tus ingresos anuales y los reinviertas a partes iguales en acciones de la bolsa local, en títulos que coticen en bolsas internacionales y en bonos del estado”

el gurú económico asegura que como esas tres inversiones crecerán a ritmos distintos pero constantes a lo largo del tiempo, y el único trabajo que hay que hacer para asegurar una jubilación dorada es “dedicar 15 minutos al año a volver a equilibrarlas”

bernstein asegura que los jóvenes profesionales de hoy en día “gastan demasiado dinero en comprar el último iphone, ropa ‘fashion’, un coche deportivo o en vacaciones de lujo” en lugar de preocuparse por su futuro

asegura que, con un ingreso medio de 50.000 dólares, bastaría con ahorrar 7.500 dólares al año para asegurarse una jubilación tranquila, aunque reconoce que su método exige “un enorme compromiso” y es consciente que “ahorrar no es nada fácil en estos días”

la propuesta de bernstein ha levantado pasiones y críticas por igual, pero no ha dejado a nadie indiferente. el new york times le dedicó un artículo de opinión que se ha mantenido durante varios días entre los más leídos y los más compartidos entre sus lectores

20140501

El auge de las franquicias dudosas: tiendas que venden a pérdidas y heladerías fantasma



El auge de las franquicias dudosas: tiendas que venden a pérdidas y heladerías fantasma

Un esquema rentista hace que los franquiciados pierdan más dinero mientras más venden

Las franquicias se han convertido un excelente negocio pero, en la mayor parte de los casos, sólo para el franquiciador. La última exposición de franquicias en Madrid, Expofranquicias, celebrada la semana pasada es una muestra de la gran cantidad de empresas de todo tipo de se han lanzado al negocio.

Una heladería italiana hacía una oferta agresiva: 25.000 euros la franquicia, pero con rebajas de 9.000 euros para los primeros tres franquiciados. La mayor parte de visitantes, atraídos por la ganga, se decepcionaban al comprobar que la franquicia realmente no incluye nada a excepción de una maqueta. La marca, que apenas tiene una tienda en Italia, sólo se comprometía a poner en contacto al franquiciado con el distribuidor de helados en España.

“Es una tomadura de pelo. Da la impresión de que algunos comerciantes que les va más o menos bien quieren enriquecerse rápidamente vendiendo franquicias para negocios con dudosa viabilidad”, explica José Luis Perada, un consultor de franquicias en Canarias asistente al encuentro.

Los supermercados a pérdidas

Las franquicias de yogur, helados, centros de depilación y gimnasios crecen al mismo ritmo que las asociaciones que denuncian un timo en muchas de las marcas. Aseguran que, a pesar de lograr una enorme facturación, operan generalmente con pérdidas.

Es el caso de los supermercados Dia que ya cuenta con una asociación de 80 franquiciados críticos con el modelo de negocio que los ha empobrecido. “La empresa nos obliga a vender muchos productos a pérdidas, algo que está prohibido por ley. Es una sangría porque mientras más facturamos, más dinero perdemos. Sólo ganamos 10 céntimos por botella de Coca-Cola de dos litros, pero como el cliente venga con un cupón de descuento, la ganancia es cero”, explica Francisco García, presidente de la asociación de franquiciados de supermercados Dia.

Arruinados con facturación millonaria


La asociación recibe cada día correos electrónicos de franquiciados que se quejan del esquema. Este miércoles recibieron una petición de adhesión de una franquiciada en Pontevedra. Factura 1,8 millones de euros al año y está arruinada. Dia, que lucha por lograr mayores cuotas de facturación, asegura que los franquiciados que se quejan son escasos y que la mayoría son exitosos.

Pero no es el único caso. Los afectados por las franquicias de Carrefour también demandaron hace dos años por incumplimiento del contrato y por obligarlos a vender a pérdidas