Cómo invertir en el sector más rentable desde que empezó la crisis.
Con
rentabilidades de dos dígitos durante los últimos cinco años, el sector
biotecnológico es, sin duda, el que más se ha revalorizado desde que
estalló la crisis. El inversor particular tiene varias vías para acceder
a él.
Los inversores cada vez tienen un mayor universo de activos en los que
invertir y deben buscar las oportunidades allí donde se presenten. Si
hay una inversión que está obteniendo excelentes resultados en los
últimos años, ese es el sector de la biotecnología. En enero, los fondos
más rentables, con una revalorización del 9,44%, según VDOS, fueron
precisamente los que invierten en este sector. Pero no ha sido un hecho
aislado. El índice global de compañías biotecnológicas MSCI World
Biotech subió un 67,7% en 2013 y acumula una revalorización del 141,6%
en dos años y de más del 200% en cinco años.
Estas subidas han venido justificadas, según los expertos, por la mejora
de los fundamentales, el sólido comportamiento de los productos
lanzados recientemente, la mejora del entorno regulatorio en Estados
Unidos, las nuevas e importantes aprobaciones y éxitos en ensayos
clínicos, además de la elevada actividad de fusiones y adquisiciones.
También prevén que las recientes aprobaciones de varios superventas y el
progreso de proyectos en curso posicionen a la industria para un
continuo crecimiento, pese al deterioro de los precios.
Michael Sjöström, gestor del fondo de inversión Pictet Biotech, de
Pictet, destaca las recientes aprobaciones obtenidas por numerosas
compañías (Gilead, Theravance Biogen Idec, Celgene o Geron), así como
las operaciones corporativas en el sector, como la compra de Algeta por
Bayer, la adquisición de Viropharm por Shire, o la alianza entre Celgene
y Oncomed.
Pese a todo, Sjöström recuerda que no es un negocio exento de riesgos:
"el desarrollo de aplicaciones farmacéuticas sigue siendo un negocio
arriesgado y las probabilidades de éxito clínico no han cambiado.
Además, ahora es más difícil batir expectativas y no pueden descartarse
decepciones a escala individual. Otro desafío son los genéricos de
aplicaciones biotecnológicas, conocidos como biosimilares, cuyo entorno
regulatorio ha mejorado notablemente en los últimos doce meses. La
inmunidad a esa competencia puede cambiar, desafiando a empresas
establecidas y beneficiando a algunos productores bien situados como
Amgen o Biogen Idec". El gestor de Pictet, que prefiere centrarse en
empresas que entran en nuevos ciclos de productos, recomienda ser cada
vez más selectivos.
Una forma sencilla de invertir en el sector biotecnológico es hacerlo a
través de un ETF o fondo cotizado que replica el índice sectorial. El
fondo cotizado iShares Nasdaq Biotechnology ETF, de iShares, su
rentabilidad en el año supera el 8% y acumula fuertes rentabilidades en
los últimos cinco años (58,39% en 2013; 30,10% en 2012; 15,45% en 2011;
22,81 en 2010; y 11,58% en 2009), según datos de Morningstar. Otros ETF
que invierten en este sector son el Markets Vector Biotech (10,14% de
rentabilidad en lo que va de año y el 58% en 2013), de Market Vectors, o
el PowerShares Dynamic Biotech & Genome (13% en 2014 y 55% en
2013), de PowerShares.
Si se prefiere la gestión activa, frente a la pasiva de los ETF, existe
una amplia oferta de fondos que invierten en el sector biotecnológico.
Además del citado fondo de Pictet, Credit Suisse, Dexia, DWS, Franklin
Templeton, UBS, BlackRock, Janus, Swiss & Global, Bellevue o Polar
Capital, también comercializan fondos especializados en este tipo de
compañías. Prácticamente todos acumulan rentabilidades superiores al 8%
en lo que va de año y los productos de Dexia, Franklin Templeton, UBS,
Janus, Credit Suisse, Swiss & Global y DWS se han revalorizado más
del 150% en los últimos cinco años, según datos de VDOS (ver cuadro).
Los fondos especializados en el sector salud (Health Care) también
incluyen en sus carteras numerosas empresas del sector biotecnológico,
además de compañías dedicadas a la atención sanitaria y la medicina.
Otra opción para el inversor es invertir directamente en valores
biotecnológicos, mayoritariamente estadounidenses. Entre los valores con
mayor ponderación en las carteras de los fondos especializados, el
favorito es Gilead Sciences, empresa biofarmacéutica que descubre,
desarrolla y comercializa terapias innovadoras para áreas médicas con
necesidades todavía no cubiertas. Celgene Corporation también se centra
en nuevas terapias para tratar enfermedades hasta ahora incurables,
sobre todo cánceres y enfermedades del sistema inmunológico. Valores
similares y con amplia presencia en las carteras de los fondos son Amgen
y Biogen Idec.
Pero no son las únicas alternativas. La gestora Fidelity cree que la
próxima revolución tecnológica será lo que ha venido a denominarse
internet de las cosas y entre las compañías que se beneficiarán de este
cambio destaca una empresa biotecnológica: Monsanto. Líder mundial en
biotecnología agrícola, la compañía tiene un papel pionero en el
desarrollo de los primeros cultivos modificados genéticamente.
Actualmente la compañía se sitúa a la vanguardia de los esfuerzos para
crear sistemas integrados de información diseñados para aumentar la
productividad agrícola.
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