20130831
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20130830
El hombre que hizo negocio a costa de los 'call centers'
claro: fueron pensados para fastidiar al consumidor.. eso ya lo habíamos descubierto..
El hombre que hizo negocio a costa de los 'call centers'
El hombre que hizo negocio a costa de los 'call centers'
“Buenas
noches, me llamo Pamela y le llamo para proponerle un plan de datos
que…”. El teléfono irrumpe en mitad de la noche y acaba con la paz del
hogar. El aludido comprueba desesperado cómo una y otra vez los
teleoperadores llaman a cualquier hora del día y de la noche proponiendo
toda clase de productos y servicios.
Y son correosos: no es fácil soltar un “no me interesa” y colgar. La mayoría de los operadores van a comisión y una vez que consiguen que alguien les atienda, no sueltan la presa. Una vez que nuestro número cae en una de esas bases de datos en poder de empresas de marketing es prácticamente imposible librarse de este pesado yugo.
Pero, en ocasiones, estos operadores dan con el ingenio de desesperados clientes que les devuelven el golpe de forma definitiva. Si el “ya no me llame más” no funciona, hay alternativas que sí lo hacen. El año pasado nos hicimos eco de la efectiva idea de un británico, que decidió facturar a las firmas el tiempo perdido en atender este chorreo de llamadas, y el asunto fue mano de santo.
Cambio de número a uno 'premium'
Pues bien, volvemos al Reino Unido porque la historia se repite. Lee Beaumont estaba desesperado ante el imparable asedio al que estaba viéndose sometido. Este joven lo había intentado ya todo y la desesperación le hizo adoptar una maniobra muy interesante: cobrar por cada llamada recibida.
Así las cosas, en noviembre de 2011 contactó con su operador y cambió el teléfono de su domicilio por uno premium, lo que aquí sería un número de tarificación especial con el que gana dinero el que recibe la llamada. De partida logró que su teléfono de toda la vida, quemado ya por las empresas de marketing, desapareciera para siempre, al menos con su titularidad.
Y a partir de ese momento comunicó a todas las empresas con las que tenía contratado los diversos suministros el nuevo número, de pago en este caso. Un cambio más a ojos de las firmas que acosaban al desamparado cliente, pero un antes y un después para este aguerrido consumidor.
De la noche a la mañana, recibir las llamadas que le atormentaban contaba con un inesperado aliciente: a partir de ese momento, comenzaba a ingresar dinero por cada una recibida. En concreto, ingresaría el 70% del coste de la llamada, siendo el 30% restante para el operador.
Un desembolso de 10 libras
Montar esta línea le supuso un desembolso de poco más de 10 libras, pero pronto comenzó a circular el dinero cada vez que decía “¿dígame?”. Por lo menos, la frustración e indefensión de tener que soportar llamadas a cualquier hora se convirtió en una creciente satisfacción al ver que poco a poco iba aumentando la cantidad ingresada.
No es para jubilarse anticipadamente con este extraño sistema. El joven ejecutivo reconoce que apenas ha ingresado 350 euros en concepto de llamadas desde que instaló la línea de pago, pero ha logrado reducir el bombardeo: antes recibía un promedio de 30 al mes, y ahora apenas superan la decena.
Lo inesperado del negocio le ha llevado a publicar su número en redes sociales, con la esperanza de que las firmas de marketing lo incluyan en sus bases de datosY es en este momento cuando le interesaría recibir muchas más. Beaumont trabaja desde casa y, al comprobar que un dinero tan fácil, poco a poco, va llegando a su cuenta corriente, admite que estira las conversaciones al máximo fingiendo interés por el producto ofrecido.
Él reconoce que actúa sin trampa ni cartón y quien llama sabe que la conversación tendrá un coste. Lo inesperado del negocio ha llevado a nuestro hombre a publicar su número sagrado en redes sociales, con la esperanza de que las ávidas firmas de marketing lo incluyan en sus bases de datos.
El organismo regulador desaconseja la idea
La feliz idea de este hombre ha recorrido como la pólvora el Reino Unido desatando las alarmas entre empresas y operadores. Precisamente Phone Pay Plus, el organismo que regula este tipo de números de pago, se ha apresurado a desanimar al resto de los lectores a repetir el acto del ejecutivo. Aunque sólo pueden desaconsejarlo, porque no hay nada ilegal en ello. Según esta entidad, estos números fueron concebidos para otro tipo de negocio y deben atenderse quejas y reclamaciones de los que llaman.
De repente, el desprotegido consumidor pasa a ser el malo de la película en una maniobra completamente legal pero que rompe el precario equilibrio existente entre corporación y usuario. Entre tanto, el británico sigue disfrutando de su línea ‘caliente’ más que nunca y deseando recibir llamadas. Cuantas más, mejor.
Y son correosos: no es fácil soltar un “no me interesa” y colgar. La mayoría de los operadores van a comisión y una vez que consiguen que alguien les atienda, no sueltan la presa. Una vez que nuestro número cae en una de esas bases de datos en poder de empresas de marketing es prácticamente imposible librarse de este pesado yugo.
Pero, en ocasiones, estos operadores dan con el ingenio de desesperados clientes que les devuelven el golpe de forma definitiva. Si el “ya no me llame más” no funciona, hay alternativas que sí lo hacen. El año pasado nos hicimos eco de la efectiva idea de un británico, que decidió facturar a las firmas el tiempo perdido en atender este chorreo de llamadas, y el asunto fue mano de santo.
Cambio de número a uno 'premium'
Pues bien, volvemos al Reino Unido porque la historia se repite. Lee Beaumont estaba desesperado ante el imparable asedio al que estaba viéndose sometido. Este joven lo había intentado ya todo y la desesperación le hizo adoptar una maniobra muy interesante: cobrar por cada llamada recibida.
Así las cosas, en noviembre de 2011 contactó con su operador y cambió el teléfono de su domicilio por uno premium, lo que aquí sería un número de tarificación especial con el que gana dinero el que recibe la llamada. De partida logró que su teléfono de toda la vida, quemado ya por las empresas de marketing, desapareciera para siempre, al menos con su titularidad.
Y a partir de ese momento comunicó a todas las empresas con las que tenía contratado los diversos suministros el nuevo número, de pago en este caso. Un cambio más a ojos de las firmas que acosaban al desamparado cliente, pero un antes y un después para este aguerrido consumidor.
De la noche a la mañana, recibir las llamadas que le atormentaban contaba con un inesperado aliciente: a partir de ese momento, comenzaba a ingresar dinero por cada una recibida. En concreto, ingresaría el 70% del coste de la llamada, siendo el 30% restante para el operador.
Un desembolso de 10 libras
Montar esta línea le supuso un desembolso de poco más de 10 libras, pero pronto comenzó a circular el dinero cada vez que decía “¿dígame?”. Por lo menos, la frustración e indefensión de tener que soportar llamadas a cualquier hora se convirtió en una creciente satisfacción al ver que poco a poco iba aumentando la cantidad ingresada.
No es para jubilarse anticipadamente con este extraño sistema. El joven ejecutivo reconoce que apenas ha ingresado 350 euros en concepto de llamadas desde que instaló la línea de pago, pero ha logrado reducir el bombardeo: antes recibía un promedio de 30 al mes, y ahora apenas superan la decena.
Lo inesperado del negocio le ha llevado a publicar su número en redes sociales, con la esperanza de que las firmas de marketing lo incluyan en sus bases de datosY es en este momento cuando le interesaría recibir muchas más. Beaumont trabaja desde casa y, al comprobar que un dinero tan fácil, poco a poco, va llegando a su cuenta corriente, admite que estira las conversaciones al máximo fingiendo interés por el producto ofrecido.
Él reconoce que actúa sin trampa ni cartón y quien llama sabe que la conversación tendrá un coste. Lo inesperado del negocio ha llevado a nuestro hombre a publicar su número sagrado en redes sociales, con la esperanza de que las ávidas firmas de marketing lo incluyan en sus bases de datos.
El organismo regulador desaconseja la idea
La feliz idea de este hombre ha recorrido como la pólvora el Reino Unido desatando las alarmas entre empresas y operadores. Precisamente Phone Pay Plus, el organismo que regula este tipo de números de pago, se ha apresurado a desanimar al resto de los lectores a repetir el acto del ejecutivo. Aunque sólo pueden desaconsejarlo, porque no hay nada ilegal en ello. Según esta entidad, estos números fueron concebidos para otro tipo de negocio y deben atenderse quejas y reclamaciones de los que llaman.
De repente, el desprotegido consumidor pasa a ser el malo de la película en una maniobra completamente legal pero que rompe el precario equilibrio existente entre corporación y usuario. Entre tanto, el británico sigue disfrutando de su línea ‘caliente’ más que nunca y deseando recibir llamadas. Cuantas más, mejor.
20130829
En EEUU la sobreexplotación agraria amenaza con secar los acuíferos de la llanuras centrales
Farmed Out: Overpumping Threatens to Deplete U.S. High Plains Groundwater: Scientific American
Los agricultores del Medio Oeste se han basado en el sistema acuífero de High Plains desde que se descubrió la solución a sus problemas de sequía hace casi seis décadas. La fuente de agua subterránea masiva ha transformado una extensa franja seca de los grandes llanos de Dakota del Norte hasta Texas en tierras cultivables. Pero en los últimos años la dependencia del acuífero se ha disparado, llevando a los científicos proyectan que, salvo un cambio en las tendencias actuales de riego, casi el 70 por ciento de los recursos se podría agotar en el próximo medio siglo.
Los científicos que estudian la disminución de las aguas subterráneas en el oeste de Kansas que publicaron sus resultados en el 26 de agosto Actas de la Academia Nacional de Ciencias encontró que los agricultores habían explotado cerca del 3 por ciento del suministro del acuífero en 1960 y 30 por ciento para el año 2010. A tasas de uso actuales, se estima que un 39 por ciento adicional del agua en el acuífero desaparecerá para el año 2060. Una vez agotado, el acuífero podría tomar de 500 a 1.300 años para llenar por completo.
A pesar de que las mejoras en la tecnología de riego en las próximas dos décadas permiten a los agricultores a hacer más con menos, posiblemente llevando a una caída en la extracción de las aguas subterráneas, el número de cultivos de maíz y ganado campos-que actualmente representan la mayor parte del consumo de agua en Estados Unidos- se espera que multiplicar hasta bien entrado 2040.
Si los agricultores se comprometen a utilizar menos agua ahora, sin embargo, podrían salvaguardar las reservas futuras, dice el autor del estudio, David Steward, profesor de ingeniería civil en la Universidad del Estado de Kansas. Haría falta un esfuerzo concertado de los investigadores calculan que los agricultores tendrían que reducir su bombeo del acuífero en aproximadamente un 80 por ciento de retirar el agua a la velocidad que podría ser repuesta naturalmente por la lluvia.
Utilizando los datos recogidos por el Servicio Geológico de EE.UU., Steward y sus colegas midieron el cambio en el nivel del agua en la totalidad de sus 3.025 pozos al principio y al final de los períodos de cinco años entre 1960 y 2010. Luego usaron el patrón para predecir el uso futuro de los períodos de cinco años entre 2060 y 2110. A continuación, se comparan los resultados con los datos sobre el maíz y la producción de ganado reunido anualmente por el Departamento de Agricultura de EE.UU.. Mientras que los agricultores utilizan el agua de manera más eficiente, los investigadores encontraron, también están dedicando cada vez más tierra para el maíz y el ganado. Como el maíz es un cultivo altamente intensivo en agua y la alimentación del ganado en gran medida en el maíz, el aumento tanto en esta región pone el acuífero en riesgo de agotamiento.
Los estadounidenses y los europeos no comenzó la agricultura en las Grandes Planicies hasta la década de 1890, cuando el aumento de los precios del suelo, junto con los temores de escasez de alimentos y los incentivos del gobierno atractivos, obligados a establecer un campamento en el árido Gran Desierto Americano, como se le conocía entonces. A pesar de que las aguas subterráneas sabían existía justo por debajo de sus pies, carecían de la tecnología para bombear cantidades significativas a la superficie. En cambio, los primeros agricultores utilizan el arado profundo, una práctica que las raíces de cereales habilitados para aprovechar la humedad del suelo, para producir cultivos capaces de sobrevivir a las condiciones secas. Debido a que la técnica de quitar las hierbas nativas que sostienen la tierra en su lugar, sin embargo, dejó la tierra vulnerables a los vientos fuertes de la región. En la década de 1930 la sequía a largo plazo condujo a enormes tormentas de polvo que convirtieron las llanuras estériles. A finales de 1950, con la llegada de las aguas subterráneas de bombeo y riego por aspersión, los agricultores regresaron a la tierra para cultivar maíz y trigo con el suministro de agua del acuífero es interminable.
Sesenta años después de que la oferta está en peligro, dice el profesor de la Universidad de Cornell de los cultivos y el suelo ciencias Harold Mathijs van Es, que no participó en el estudio. "Tenemos que pensar en lo que está siendo crecido aquí y cómo estamos creciendo él. Este es el Dust Bowl que estamos hablando ", dice.
El problema del consumo excesivo de agua no es exclusivo de la región High Plains. En el Valle Central de California, donde los agricultores usan el agua que fluye de la Cuenca del Río Colorado para el riego, que están aprendiendo a hacer más con menos, porque agua salada de la costa occidental comenzó a filtrarse en las aguas subterráneas, como resultado de sobregiro. Si los métodos de riego a los agricultores el uso de agua-eficientes se anima igualmente a cultivos menos intensivos en agua, la situación puede ser rescatable, dice Samuel Sandoval Solís, profesor asistente y especialista en recursos ambientales e hídricos en la Universidad de California, Davis. "La comunidad agrícola es ponerse al día", dice Solís, que no estaba afiliado con el estudio. "En general, son más informados sobre el medio ambiente, y eso es bueno. La gente está empezando a pensar en el futuro y actuar de forma proactiva ".
En lugar de sugerir que los agricultores se alejan del acuífero de High Plains completamente, Steward espera que el estudio anime a la gente a encontrar mejores maneras de utilizar los recursos limitados. "Hemos desarrollado este estudio para ayudar a las personas a planificar el futuro", dice. "Escribimos para la familia campesina que quiere ser capaz de transmitir su finca a las generaciones futuras."
A eso hay que sumar el creciente desvío de recursos y la contaminación de los acuíferos causada por la explotación de los yacimientos de gas de esquisto.. eso de la "fractura hidráurica"..
Las catastróficas tormentas de arena que durante la Gran Depresión causaron la ruina y la emigración de millones de agricultores en vastas áreas del centro de los EEUU y Canadá.
Los agricultores del Medio Oeste se han basado en el sistema acuífero de High Plains desde que se descubrió la solución a sus problemas de sequía hace casi seis décadas. La fuente de agua subterránea masiva ha transformado una extensa franja seca de los grandes llanos de Dakota del Norte hasta Texas en tierras cultivables. Pero en los últimos años la dependencia del acuífero se ha disparado, llevando a los científicos proyectan que, salvo un cambio en las tendencias actuales de riego, casi el 70 por ciento de los recursos se podría agotar en el próximo medio siglo.
Los científicos que estudian la disminución de las aguas subterráneas en el oeste de Kansas que publicaron sus resultados en el 26 de agosto Actas de la Academia Nacional de Ciencias encontró que los agricultores habían explotado cerca del 3 por ciento del suministro del acuífero en 1960 y 30 por ciento para el año 2010. A tasas de uso actuales, se estima que un 39 por ciento adicional del agua en el acuífero desaparecerá para el año 2060. Una vez agotado, el acuífero podría tomar de 500 a 1.300 años para llenar por completo.
A pesar de que las mejoras en la tecnología de riego en las próximas dos décadas permiten a los agricultores a hacer más con menos, posiblemente llevando a una caída en la extracción de las aguas subterráneas, el número de cultivos de maíz y ganado campos-que actualmente representan la mayor parte del consumo de agua en Estados Unidos- se espera que multiplicar hasta bien entrado 2040.
Si los agricultores se comprometen a utilizar menos agua ahora, sin embargo, podrían salvaguardar las reservas futuras, dice el autor del estudio, David Steward, profesor de ingeniería civil en la Universidad del Estado de Kansas. Haría falta un esfuerzo concertado de los investigadores calculan que los agricultores tendrían que reducir su bombeo del acuífero en aproximadamente un 80 por ciento de retirar el agua a la velocidad que podría ser repuesta naturalmente por la lluvia.
Utilizando los datos recogidos por el Servicio Geológico de EE.UU., Steward y sus colegas midieron el cambio en el nivel del agua en la totalidad de sus 3.025 pozos al principio y al final de los períodos de cinco años entre 1960 y 2010. Luego usaron el patrón para predecir el uso futuro de los períodos de cinco años entre 2060 y 2110. A continuación, se comparan los resultados con los datos sobre el maíz y la producción de ganado reunido anualmente por el Departamento de Agricultura de EE.UU.. Mientras que los agricultores utilizan el agua de manera más eficiente, los investigadores encontraron, también están dedicando cada vez más tierra para el maíz y el ganado. Como el maíz es un cultivo altamente intensivo en agua y la alimentación del ganado en gran medida en el maíz, el aumento tanto en esta región pone el acuífero en riesgo de agotamiento.
Los estadounidenses y los europeos no comenzó la agricultura en las Grandes Planicies hasta la década de 1890, cuando el aumento de los precios del suelo, junto con los temores de escasez de alimentos y los incentivos del gobierno atractivos, obligados a establecer un campamento en el árido Gran Desierto Americano, como se le conocía entonces. A pesar de que las aguas subterráneas sabían existía justo por debajo de sus pies, carecían de la tecnología para bombear cantidades significativas a la superficie. En cambio, los primeros agricultores utilizan el arado profundo, una práctica que las raíces de cereales habilitados para aprovechar la humedad del suelo, para producir cultivos capaces de sobrevivir a las condiciones secas. Debido a que la técnica de quitar las hierbas nativas que sostienen la tierra en su lugar, sin embargo, dejó la tierra vulnerables a los vientos fuertes de la región. En la década de 1930 la sequía a largo plazo condujo a enormes tormentas de polvo que convirtieron las llanuras estériles. A finales de 1950, con la llegada de las aguas subterráneas de bombeo y riego por aspersión, los agricultores regresaron a la tierra para cultivar maíz y trigo con el suministro de agua del acuífero es interminable.
Sesenta años después de que la oferta está en peligro, dice el profesor de la Universidad de Cornell de los cultivos y el suelo ciencias Harold Mathijs van Es, que no participó en el estudio. "Tenemos que pensar en lo que está siendo crecido aquí y cómo estamos creciendo él. Este es el Dust Bowl que estamos hablando ", dice.
El problema del consumo excesivo de agua no es exclusivo de la región High Plains. En el Valle Central de California, donde los agricultores usan el agua que fluye de la Cuenca del Río Colorado para el riego, que están aprendiendo a hacer más con menos, porque agua salada de la costa occidental comenzó a filtrarse en las aguas subterráneas, como resultado de sobregiro. Si los métodos de riego a los agricultores el uso de agua-eficientes se anima igualmente a cultivos menos intensivos en agua, la situación puede ser rescatable, dice Samuel Sandoval Solís, profesor asistente y especialista en recursos ambientales e hídricos en la Universidad de California, Davis. "La comunidad agrícola es ponerse al día", dice Solís, que no estaba afiliado con el estudio. "En general, son más informados sobre el medio ambiente, y eso es bueno. La gente está empezando a pensar en el futuro y actuar de forma proactiva ".
En lugar de sugerir que los agricultores se alejan del acuífero de High Plains completamente, Steward espera que el estudio anime a la gente a encontrar mejores maneras de utilizar los recursos limitados. "Hemos desarrollado este estudio para ayudar a las personas a planificar el futuro", dice. "Escribimos para la familia campesina que quiere ser capaz de transmitir su finca a las generaciones futuras."
A eso hay que sumar el creciente desvío de recursos y la contaminación de los acuíferos causada por la explotación de los yacimientos de gas de esquisto.. eso de la "fractura hidráurica"..
Las catastróficas tormentas de arena que durante la Gran Depresión causaron la ruina y la emigración de millones de agricultores en vastas áreas del centro de los EEUU y Canadá.
20130828
'La curva de la vitalidad', el método de gestión que llevó a Microsoft al fracaso
'La curva de la vitalidad', el método de gestión que llevó a Microsoft al fracaso
"la gente saboteaba a sus compañeros"
El 21 de abril de 2011 el CEO de Microsoft, Steve Ballmer, mandó un comunicado a todos los empleados de la compañía anunciando un nuevo sistema de evaluación del rendimiento. “Estamos realizando este cambio para que todos los empleados vean de forma clara, sencilla y predecible la relación entre su rendimiento, su evaluación y su compensación”, aseguraba el empresario.
Desde entonces, los empleados de Microsoft son evaluados por jefes y compañeros para encajar en un ranking, dividido en parcelas de rendimiento con un tamaño predefinido. El 20% superior, los top performers, reciben los ascensos y los bonus más jugosos; el siguiente 20%, los good performers, reciben un bonus inferior y tienen más dificultades para lograr un ascenso; el 40% de los trabajadores encaja en la parcela de la mediocridad y no se los promociona; el 20% restante corresponde a los trabajadores cuyo rendimiento se considera “pobre”: si no mejoras antes de que llegue la siguiente evaluación (que se celebra cada seis meses) tu despido está asegurado.
¿Curva de la vitalidad o curva de la muerte?
El año pasado, el periodista de Vanity Fair Kurt Eichenwald realizó un completo reportaje sobre la cultura corporativa de Microsoft para el que entrevistó a decenas de empleados y directivos de la compañía. Su tesis era clara, fue la política de 'stack ranking' la verdadera culpable de la falta de ingenio de Microsoft y, por tanto, de su caída en desgracia: “Todos los empleados y exempleados de Microsoft que he entrevistado –absolutamente todos– citaron al stack ranking como el proceso más destructivo dentro de Microsoft, que se llevó por delante a un incontable número de empleados”.
En la parte baja de la pirámide, tal como explicaba un ingeniero de Microsoft en el reportaje de Vainity Fair, el ambiente era todavía peor, pues la gente hacía todo lo que estaba en su mano para alejarse del fondo: “La gente saboteaba abiertamente el esfuerzo de sus compañeros. Una de las cosas más valiosas que aprendí es la capacidad de aparentar cortesía mientras retenías información valiosa que no compartías con tus colegas y que podía garantizarte que no te superaran en los rankings”.
“Si estabas en un equipo de diez personas”, explicaba otro empleado, “sabías desde el primer día que, sin importar lo bueno que fuera cada uno, dos personas iban a tener buenas calificaciones, siete normales y uno iba a tener una calificación terrible. Esto llevaba a los empleados a competir con sus compañeros, en vez de competir con el resto de compañías”.
El resultado de esta política de recursos humanos ha sido fatal para Microsoft. Dado que las evaluaciones se hacen cada seis meses los trabajadores y sus jefes (que también son evaluados) sólo se preocupan por el rendimiento a corto plazo. Muchos analistas piensan que esta es la verdadera razón por la que Microsoft ha perdido la batalla de la innovación: nadie va a preocuparse por el desarrollo de un producto a largo plazo si, al no mostrar resultados en menos de seis meses, puedes acabar de patitas en la calle.
La ‘curva de la vitalidad’, no es un invento de Ballmer. La primera gran empresa que utilizó evaluaciones de este tipo fue General Electric, de manos de su CEO Jack Welch, considerado el creador del modelo, aunque éste sólo se aplicaba a sus directivos. Welch siguió una ratio de 20-70-10: el 20% mejor evaluado ascendía y se llevaba los bonus, el 70% se quedaba como estaba, y el 10% inferior era degradado o despedido. En opinión de Welch, que defendió su modelo en un artículo del Wall Street Journal, la ‘curva de la vitalidad’ “es la forma más amable de gestionar al personal. A las personas que rinden menos se les da la oportunidad de mejorar, y si no lo consiguen en un año, se les echa”.
Una sencilla forma de justificar despidos injustificados
Para Diego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, los sistemas de evaluación de campana de Gauss “han sido promovidos por responsables de Recursos Humanos que parecen querer justificar su puesto y su salario con políticas que sólo perjudican al empleado y su productividad”. En su opinión, este tipo de modelos han fracasado repetidamente pues no funcionan en el largo plazo, ni tienen en cuenta las circunstancias concretas del desempeño de cada empleado. "Ahora más que nunca", explica Vicente, "se deberían dejar estos experimentos de lado". Pero está ocurriendo todo lo contrario. Hoy en día, el 60% de las empresas de la lista Fortune 500 utilizan sistemas de este tipo, pese a que, como ha quedado patente en el caso de Microsoft, para algunas compañías puede ser desastroso.
En opinión del profesor del IE, donde se utiliza un sistema de este tipo para evaluar a los alumnos (algo con lo que está en desacuerdo), estás políticas tienen una utilidad añadida en los entornos empresariales que ningún CEO se atrevería a confesar: es una forma sutil y poco comprometida de justificar todos los años un cierto número de despidos. “La campana de Gauss es una herramienta para que los empresarios cuenten con un argumento para despedir a la gente porque sí, sin tener en cuenta las circunstancias que han llevado a las personas a caer en el 20% inferior”. En definitiva, explica, “puedes despedir a la gente sin dar demasiadas explicaciones”.
"la gente saboteaba a sus compañeros"
El 21 de abril de 2011 el CEO de Microsoft, Steve Ballmer, mandó un comunicado a todos los empleados de la compañía anunciando un nuevo sistema de evaluación del rendimiento. “Estamos realizando este cambio para que todos los empleados vean de forma clara, sencilla y predecible la relación entre su rendimiento, su evaluación y su compensación”, aseguraba el empresario.
Desde entonces, los empleados de Microsoft son evaluados por jefes y compañeros para encajar en un ranking, dividido en parcelas de rendimiento con un tamaño predefinido. El 20% superior, los top performers, reciben los ascensos y los bonus más jugosos; el siguiente 20%, los good performers, reciben un bonus inferior y tienen más dificultades para lograr un ascenso; el 40% de los trabajadores encaja en la parcela de la mediocridad y no se los promociona; el 20% restante corresponde a los trabajadores cuyo rendimiento se considera “pobre”: si no mejoras antes de que llegue la siguiente evaluación (que se celebra cada seis meses) tu despido está asegurado.
Todos los empleados y exmpleados de Microsoft citan al sistema de evaluación como el proceso más destructivo dentro de la empresaCon este fatídico memorándum, Microsoft reforzó una estrategia de recursos humanos que, de forma menos explícita, venía practicándose en la compañía desde 2006. Esta política de recursos humanos, conocida como la ‘curva de la vitalidad’,stack ranking, rank and yank (algo así como “asciende o vete”) o, simplemente, campana de Gauss –como se suele llamar a este tipo de sistemas en España–, Ballmer no sólo llevó a Microsoft al desastre, además cavó su propia tumba: la semana pasada anunció su dimisión como CEO de Microsoft forzado por los malos resultados que ha registrado la compañía durante su mandato y por la, más que probable, presión interna.
¿Curva de la vitalidad o curva de la muerte?
El año pasado, el periodista de Vanity Fair Kurt Eichenwald realizó un completo reportaje sobre la cultura corporativa de Microsoft para el que entrevistó a decenas de empleados y directivos de la compañía. Su tesis era clara, fue la política de 'stack ranking' la verdadera culpable de la falta de ingenio de Microsoft y, por tanto, de su caída en desgracia: “Todos los empleados y exempleados de Microsoft que he entrevistado –absolutamente todos– citaron al stack ranking como el proceso más destructivo dentro de Microsoft, que se llevó por delante a un incontable número de empleados”.
El 'stack ranking' llevó a los empleados a competir con sus compañeros en vez de competir con el resto de compañíasSegún explicaron a Eichenwald los trabajadores de Microsoft, el estricto y despiadado sistema de evaluación provocó que los empleados se preocuparan más por aparecer en una de las parcelas superiores del ranking que por aportar un verdadero valor a la empresa. “Gran parte de las superestrellas de Microsoft”, explica el periodista, “hacían todo lo que estaba en sus manos para evitar trabajar junto a otros desarrolladores prestigiosos por miedo a que, al compararlos, salieran perdiendo en los rankings”.
En la parte baja de la pirámide, tal como explicaba un ingeniero de Microsoft en el reportaje de Vainity Fair, el ambiente era todavía peor, pues la gente hacía todo lo que estaba en su mano para alejarse del fondo: “La gente saboteaba abiertamente el esfuerzo de sus compañeros. Una de las cosas más valiosas que aprendí es la capacidad de aparentar cortesía mientras retenías información valiosa que no compartías con tus colegas y que podía garantizarte que no te superaran en los rankings”.
“Si estabas en un equipo de diez personas”, explicaba otro empleado, “sabías desde el primer día que, sin importar lo bueno que fuera cada uno, dos personas iban a tener buenas calificaciones, siete normales y uno iba a tener una calificación terrible. Esto llevaba a los empleados a competir con sus compañeros, en vez de competir con el resto de compañías”.
El resultado de esta política de recursos humanos ha sido fatal para Microsoft. Dado que las evaluaciones se hacen cada seis meses los trabajadores y sus jefes (que también son evaluados) sólo se preocupan por el rendimiento a corto plazo. Muchos analistas piensan que esta es la verdadera razón por la que Microsoft ha perdido la batalla de la innovación: nadie va a preocuparse por el desarrollo de un producto a largo plazo si, al no mostrar resultados en menos de seis meses, puedes acabar de patitas en la calle.
La ‘curva de la vitalidad’, no es un invento de Ballmer. La primera gran empresa que utilizó evaluaciones de este tipo fue General Electric, de manos de su CEO Jack Welch, considerado el creador del modelo, aunque éste sólo se aplicaba a sus directivos. Welch siguió una ratio de 20-70-10: el 20% mejor evaluado ascendía y se llevaba los bonus, el 70% se quedaba como estaba, y el 10% inferior era degradado o despedido. En opinión de Welch, que defendió su modelo en un artículo del Wall Street Journal, la ‘curva de la vitalidad’ “es la forma más amable de gestionar al personal. A las personas que rinden menos se les da la oportunidad de mejorar, y si no lo consiguen en un año, se les echa”.
Para ex-CEO de General Electric, Jack Welch, la 'curva de la vitalidad' es la forma más amable de gestionar al personalLos defensores de sistemas de evaluación similares al inventado por Welch –entre los que se encuentran las principales consultorías, pero también Enron o Motorola– insisten en las bondades del mismo para elevar el rendimiento. General Electric es su mejor ejemplo: desde que se implementó el sistema en 1981 y hasta 2001 la compañía multiplicó por 28 sus ganancias. A mediados de los 2000, después de haber despedido a miles de empleados, Welch abandonó esta política, por razones que no se han hecho públicas. Para Peter Cohan, columnista de Forbes, la razón está clara: mientras las cosas iban bien el modelo funcionaba, pero llegó un momento en el que no había empleados poco competentes a los que echar. Paradojicamente, aunque General Electric dió marcha atrás, el método se hizo popular entre las grandes compañías.
Una sencilla forma de justificar despidos injustificados
Para Diego Vicente, profesor de Comportamiento Organizacional de IE Business School, los sistemas de evaluación de campana de Gauss “han sido promovidos por responsables de Recursos Humanos que parecen querer justificar su puesto y su salario con políticas que sólo perjudican al empleado y su productividad”. En su opinión, este tipo de modelos han fracasado repetidamente pues no funcionan en el largo plazo, ni tienen en cuenta las circunstancias concretas del desempeño de cada empleado. "Ahora más que nunca", explica Vicente, "se deberían dejar estos experimentos de lado". Pero está ocurriendo todo lo contrario. Hoy en día, el 60% de las empresas de la lista Fortune 500 utilizan sistemas de este tipo, pese a que, como ha quedado patente en el caso de Microsoft, para algunas compañías puede ser desastroso.
Lo mejor es comparar a una persona consigo misma, respecto a su rendimiento anterior, pero no respecto a sus compañeros“La campana compara a unas personas con otras, pero no todos somos iguales ni evolucionamos de la misma manera”, explica Vicente. “Lo mejor es comparar a una persona consigo misma, respecto a su rendimiento anterior, pero no respecto a sus compañeros, y teniendo en cuenta todas las circunstancias que pueden haber afectado a su productividad. ¿Dónde quedaría Ballmer comparado con Einstein?”.
En opinión del profesor del IE, donde se utiliza un sistema de este tipo para evaluar a los alumnos (algo con lo que está en desacuerdo), estás políticas tienen una utilidad añadida en los entornos empresariales que ningún CEO se atrevería a confesar: es una forma sutil y poco comprometida de justificar todos los años un cierto número de despidos. “La campana de Gauss es una herramienta para que los empresarios cuenten con un argumento para despedir a la gente porque sí, sin tener en cuenta las circunstancias que han llevado a las personas a caer en el 20% inferior”. En definitiva, explica, “puedes despedir a la gente sin dar demasiadas explicaciones”.
20130825
La City esclavista: suicidios, jornadas "inhumanas" y "sustancias para aguantar"
a veces se llega a extremos para conseguir 4 perras más.. la vida es mucho más que el dinero..
La City esclavista: suicidios, jornadas "inhumanas" y "sustancias para aguantar"
LA MUERTE DE UN BECARIO CONMOCIONA A reino unido
Es la capital financiera de Europa, en sus rascacielos se fraguan las historias que luego aparecen en el reputado Financial Times y por los despachos deambulan hombres (tan sólo el 16% de los directivos son mujeres) que cobran salarios de seis cifras. La City londinense es un mundo aparte. Es más, sus trabajadores tienen hasta gentilicio propio: cityboys. Pero detrás de esa imagen de poder y éxito se esconde una verdadera jungla donde la “esclavitud” -citando a los propios rotativos británicos- es la cultura que marca las pautas del día a día.
La muerte del becario alemán Moritz Erhardt después de trabajar jornadas maratonianas en la firma de inversión Bank of America Merrill Lynch ha protagonizado las portadas. La noticia viene como caída del cielo durante la sequía informativa del mes de agosto y, sí, la sociedad británica ha quedado conmocionada. Sin embargo, la muerte de este joven de 21 años tras 72 horas seguidas de trabajo no es, ni mucho menos, un caso excepcional.
Día sí y día también, se pueden leer crónicas sobre demandas de estresados traders despedidos por negarse a hacer turnos de catorce horas. Es más, los suicidios desde la azotea del Coq d'Argent -un conocido restaurante situado en un rascacielos muy cerca de la antigua sede del Banco de Inglaterra- pasan ya casi desapercibidos. En los últimos cinco años, cinco personas se han arrojado al vacío después de haber causado pérdidas millonarias a su compañía o alcanzar un nivel de ansiedad inaguantable. Los días posteriores se habla del “shock en el mundo financiero”, pero el luto dura más bien poco.
LaCity es un monstruo. Lo saben los que están y lo saben los que empiezan. Los becarios asumen como regla no escrita que hay que estar en la oficina seis o siete días a la semana para alcanzar una media de 110 horas semanales. Con un desempleo juvenil que roza el millón -casi uno de cada diez estudiantes que se graduaron en universidades del Reino Unido en el año 2012 todavía no ha conseguido trabajo- encontrar prácticas es un tesoro muy preciado. La mayoría de las empresas ofrecen becas no remuneradas que, por lo general, no terminan con una oferta de empleo.
Becarios por más de 3.000 euros mensuales
Pero en la City todo funciona de manera muy distinta. Los bancos -como Barclays Capital, JP Morgan, Goldman Sachs, Credit Suisse, HSBC y Bank of America Merrill Lynch- ofrecen salarios prorrateados de alrededor de 40.000 libras. Durante un verano, los estudiantes se pueden llevar 10.000 libras, es decir, 2.700 libras al mes (3.215 euros). Las posibilidades, además, de quedarse después colocados son elevadas.
Así que, desde el principio, la competenciapor entrar es brutal. Como media, para las 25 plazas que las entidades ofrecen para periodos de entre siete y diez semanas, se presentan 5.500 solicitudes. Los candidatos vienen de las mejores universidades del mundo.
La mayoría se quedan alojados en Claredale House, un complejo residencial en Bethnal Green (al este de Londres) y lo que empieza como una aventura se convierte “en los peores tres meses” de sus vidas. Tom (nombre ficticio para respetar el anonimato que ha pedido la fuente) reconoce haber terminado su trabajo a las once de la noche, pero haberse quedado hasta las dos de la mañana para demostrar que se estaba tomando en serio las prácticas. Son jóvenes con un currículum académico de excelencia y algunos de ellos reconocen a El Confidencial que han llegado a consumir “algún tipo de sustancias” para aguantar el ritmo.
Los taxistas de la zona corroboran sus jornadas interminables. Para ellos es frecuente realizar lo que llaman the magic roundabout ('la ronda mágica'). Recogen a los becarios de las oficinas a las seis de la mañana después de haber estado durante toda la noche trabajando, los llevan a la residencia, esperan que se duchen y se cambien y les vuelven a llevar a su lugar de trabajo para que fichen antes de las siete.
Moritz Erhardt sabía muy bien lo que eran las magic roundabouts. Su cuerpo fue descubierto por sus compañeros de piso en la ducha cuando este se desplomó después de haber trabajado hasta las seis de la mañana durante tres días seguidos. La Policía está estudiando el suceso y, aunque no ha querido pronunciarse al respecto, algunos medios apuntan a que el joven era epiléptico. Bank of America Merrill Lynch, la entidad donde el estudiante estaba desarrollando sus prácticas, se ha limitado a mostrar las condolencias a la familia sin confirmar si estaba realizando jornadas maratonianas.
Richard (también nombre ficticio, nadie quiere dar su nombre por miedo a represalias) asegura que cada uno de los estudiantes recibe un mentor precisamente para evitar que se lleguen a casos límite, “aunque está claro que con el estudiante alemán ha fallado algo”. “O el mentor no ha hecho su trabajo o el programa no ha detectado los errores”, recalca. “La presión que vivimos aquí es muy elevada y los chicos que vienen trabajan muy duro porque quieren ser los mejores y quedarse”, añade. Richard asegura que las “horas que echan los que trabajan en banca de inversión (donde desarrollaba las prácticas Erhardt) son bestiales”. “Se les exprime al máximo”, apostilla. “Los de inversión están sujetos a la presión de las horas y los de trading están sujetos a un número cada día, porque tienes que justificar ventas y resultados”.
“Aquí no hay nadie que aguante con más de 40 años”
La jornada laboral de Richard ronda las 12 horas. “Es una presión autoimpuesta: el que está a tu lado hace lo mismo, así que si eres la excepción ya sabes las consecuencias”. Por ello, después de este verano, cambiará de trabajo para poder ver a su hijo. “Aquí no hay nadie que aguante con más de 40 años, bien porque has hecho dinero suficiente, bien porque estás tan quemado que ya no lo soportas”, apunta.
Los usuarios del popular blog financiero wallstreetoasis.com aseguran que el nivel al que se ha llegado es “inhumano”. Un estudiante americano explica que un compañero murió en la oficina de un ataque al corazón y su empresa ya estaba buscando sustituto a la semana. “Da asco”, recalca.
Por su parte, Ian (también un nombre ficticio) asegura que el término “esclavitud” no le parece correcto, porque lo que cobran estos becarios son cantidades muy altas comparadas con el resto de Europa. “Es más, los sueldos quintuplican las becas de España”, señala. “Son jóvenes que se encuentran con mucho dinero y se acostumbran a un nivel de vida que nada tiene que ver con el del resto de titulados de su edad”.
Ian lo dice por experiencia propia. Trabajó en la City durante quince años. Reunió el dinero suficiente para comprarse sólo una casa -“algo que no podían hacer el resto de mis amigos”- y se acostumbró a un rimo de vida elevado. Pero al cumplir los 38 no pudo más y lo dejó. Viajó por el mundo y ahora se ha establecido en un pueblo de Galicia con su pareja y otro matrimonio. Se dedica a plantar árboles, diseñar jardines y dar clases de yoga. Vive con el dinero que recibe por tener su casa de Londres alquilada.
La City esclavista: suicidios, jornadas "inhumanas" y "sustancias para aguantar"
LA MUERTE DE UN BECARIO CONMOCIONA A reino unido
Es la capital financiera de Europa, en sus rascacielos se fraguan las historias que luego aparecen en el reputado Financial Times y por los despachos deambulan hombres (tan sólo el 16% de los directivos son mujeres) que cobran salarios de seis cifras. La City londinense es un mundo aparte. Es más, sus trabajadores tienen hasta gentilicio propio: cityboys. Pero detrás de esa imagen de poder y éxito se esconde una verdadera jungla donde la “esclavitud” -citando a los propios rotativos británicos- es la cultura que marca las pautas del día a día.
La muerte del becario alemán Moritz Erhardt después de trabajar jornadas maratonianas en la firma de inversión Bank of America Merrill Lynch ha protagonizado las portadas. La noticia viene como caída del cielo durante la sequía informativa del mes de agosto y, sí, la sociedad británica ha quedado conmocionada. Sin embargo, la muerte de este joven de 21 años tras 72 horas seguidas de trabajo no es, ni mucho menos, un caso excepcional.
Día sí y día también, se pueden leer crónicas sobre demandas de estresados traders despedidos por negarse a hacer turnos de catorce horas. Es más, los suicidios desde la azotea del Coq d'Argent -un conocido restaurante situado en un rascacielos muy cerca de la antigua sede del Banco de Inglaterra- pasan ya casi desapercibidos. En los últimos cinco años, cinco personas se han arrojado al vacío después de haber causado pérdidas millonarias a su compañía o alcanzar un nivel de ansiedad inaguantable. Los días posteriores se habla del “shock en el mundo financiero”, pero el luto dura más bien poco.
LaCity es un monstruo. Lo saben los que están y lo saben los que empiezan. Los becarios asumen como regla no escrita que hay que estar en la oficina seis o siete días a la semana para alcanzar una media de 110 horas semanales. Con un desempleo juvenil que roza el millón -casi uno de cada diez estudiantes que se graduaron en universidades del Reino Unido en el año 2012 todavía no ha conseguido trabajo- encontrar prácticas es un tesoro muy preciado. La mayoría de las empresas ofrecen becas no remuneradas que, por lo general, no terminan con una oferta de empleo.
Becarios por más de 3.000 euros mensuales
Pero en la City todo funciona de manera muy distinta. Los bancos -como Barclays Capital, JP Morgan, Goldman Sachs, Credit Suisse, HSBC y Bank of America Merrill Lynch- ofrecen salarios prorrateados de alrededor de 40.000 libras. Durante un verano, los estudiantes se pueden llevar 10.000 libras, es decir, 2.700 libras al mes (3.215 euros). Las posibilidades, además, de quedarse después colocados son elevadas.
Así que, desde el principio, la competenciapor entrar es brutal. Como media, para las 25 plazas que las entidades ofrecen para periodos de entre siete y diez semanas, se presentan 5.500 solicitudes. Los candidatos vienen de las mejores universidades del mundo.
La mayoría se quedan alojados en Claredale House, un complejo residencial en Bethnal Green (al este de Londres) y lo que empieza como una aventura se convierte “en los peores tres meses” de sus vidas. Tom (nombre ficticio para respetar el anonimato que ha pedido la fuente) reconoce haber terminado su trabajo a las once de la noche, pero haberse quedado hasta las dos de la mañana para demostrar que se estaba tomando en serio las prácticas. Son jóvenes con un currículum académico de excelencia y algunos de ellos reconocen a El Confidencial que han llegado a consumir “algún tipo de sustancias” para aguantar el ritmo.
Los taxistas de la zona corroboran sus jornadas interminables. Para ellos es frecuente realizar lo que llaman the magic roundabout ('la ronda mágica'). Recogen a los becarios de las oficinas a las seis de la mañana después de haber estado durante toda la noche trabajando, los llevan a la residencia, esperan que se duchen y se cambien y les vuelven a llevar a su lugar de trabajo para que fichen antes de las siete.
Moritz Erhardt sabía muy bien lo que eran las magic roundabouts. Su cuerpo fue descubierto por sus compañeros de piso en la ducha cuando este se desplomó después de haber trabajado hasta las seis de la mañana durante tres días seguidos. La Policía está estudiando el suceso y, aunque no ha querido pronunciarse al respecto, algunos medios apuntan a que el joven era epiléptico. Bank of America Merrill Lynch, la entidad donde el estudiante estaba desarrollando sus prácticas, se ha limitado a mostrar las condolencias a la familia sin confirmar si estaba realizando jornadas maratonianas.
Richard (también nombre ficticio, nadie quiere dar su nombre por miedo a represalias) asegura que cada uno de los estudiantes recibe un mentor precisamente para evitar que se lleguen a casos límite, “aunque está claro que con el estudiante alemán ha fallado algo”. “O el mentor no ha hecho su trabajo o el programa no ha detectado los errores”, recalca. “La presión que vivimos aquí es muy elevada y los chicos que vienen trabajan muy duro porque quieren ser los mejores y quedarse”, añade. Richard asegura que las “horas que echan los que trabajan en banca de inversión (donde desarrollaba las prácticas Erhardt) son bestiales”. “Se les exprime al máximo”, apostilla. “Los de inversión están sujetos a la presión de las horas y los de trading están sujetos a un número cada día, porque tienes que justificar ventas y resultados”.
“Aquí no hay nadie que aguante con más de 40 años”
La jornada laboral de Richard ronda las 12 horas. “Es una presión autoimpuesta: el que está a tu lado hace lo mismo, así que si eres la excepción ya sabes las consecuencias”. Por ello, después de este verano, cambiará de trabajo para poder ver a su hijo. “Aquí no hay nadie que aguante con más de 40 años, bien porque has hecho dinero suficiente, bien porque estás tan quemado que ya no lo soportas”, apunta.
Los usuarios del popular blog financiero wallstreetoasis.com aseguran que el nivel al que se ha llegado es “inhumano”. Un estudiante americano explica que un compañero murió en la oficina de un ataque al corazón y su empresa ya estaba buscando sustituto a la semana. “Da asco”, recalca.
Por su parte, Ian (también un nombre ficticio) asegura que el término “esclavitud” no le parece correcto, porque lo que cobran estos becarios son cantidades muy altas comparadas con el resto de Europa. “Es más, los sueldos quintuplican las becas de España”, señala. “Son jóvenes que se encuentran con mucho dinero y se acostumbran a un nivel de vida que nada tiene que ver con el del resto de titulados de su edad”.
Ian lo dice por experiencia propia. Trabajó en la City durante quince años. Reunió el dinero suficiente para comprarse sólo una casa -“algo que no podían hacer el resto de mis amigos”- y se acostumbró a un rimo de vida elevado. Pero al cumplir los 38 no pudo más y lo dejó. Viajó por el mundo y ahora se ha establecido en un pueblo de Galicia con su pareja y otro matrimonio. Se dedica a plantar árboles, diseñar jardines y dar clases de yoga. Vive con el dinero que recibe por tener su casa de Londres alquilada.
20130824
Víctor González, gafas de madera - Reinventados
Víctor González, gafas de madera - Reinventados
De la mano del culto a lo exclusivo, asistimos a un regreso a lo natural. La tecnología ha invadido nuestras vidas hasta convertirse en una prolongación de nosotros mismos. Pero, curiosamente, cada vez apreciamos más lo orgánico, lo auténtico, lo que recuerda «a lo de toda la vida», ya se trate de un tomate o de una experiencia vacacional. Al tiempo, está creciendo el interés por lo personalizado. En plena era posindustrial hemos vuelto la mirada hacia todo lo que escapa a la producción en serie. Apreciamos como nunca ese artículo que está hecho a nuestra medida y que no posee nadie más en el mundo. Está cambiando la escala de valores, y la de los gustos.
Sin más estudio de mercado que esta sospecha, Víctor González, madrileño de 31 años, se ha propuesto vivir de la elaboración y venta de gafas de madera que él mismo diseña y fabrica de manera artesanal a la medida del cliente. Lleva un año y medio dedicándose a esto, y si bien aún solo le da «para sobrevivir», la creciente aceptación de sus inusuales y cálidos anteojos le anima a mirar al futuro con confiado optimismo.
Gafas de madera, ¿por qué no? De esta crisis va a salir reforzado el que tenga la idea más original y la haga realidad de la forma más audaz. En realidad, el día que Víctor González dio con esta ocurrencia perseguía intereses más personales. «Sentía la necesidad de hacer algo con mis manos, y la madera era un material que siempre me había atraído», explica. Podría haberle dado por diseñar otros utensilios, y de hecho primero pensó en la fabricación de monopatines, pero un instintivo sentido práctico acabó llevándole a las gafas. «Ocupan menos espacio que los patines, me permitían trabajar en un taller más pequeño. Además, eran más raras. Ya que ponía en marcha un proyecto nuevo, quería que nadie, o al menos poca gente, estuviera haciendo algo igual en ese momento», explica.
Ese momento fue el verano del 2011, época en la que se sintió un hombre sin salida. Después de trabajar varios años en el sector de los seguros y abandonarlo cansado de la rutina de la burocracia, había hecho un curso de técnico en radiología con esperanzas de pasar de los siniestros a las radiografías. Con tan mala suerte que su diplomatura coincidió con la llegada de la plaga de los recortes al sector sanitario. «Eché solicitudes, pero pronto vi que las posibilidades de entrar a trabajar en un hospital eran nulas. No se esperan oposiciones para antes de cinco años», relata.
Tocaba volver a reciclarse, y ya puestos, ¿por qué no atreverse con algo fuera de lo común? «Apostar por esto tenía una ventaja añadida: requería poca inversión de dinero. Al final me lancé porque tenía poco que perder», recuerda. En esa factura no pone las horas que se pasó navegando por internet para aprender los trucos de la elaboración artesana de gafas de madera. Un suizo que las hacía en marfil despertó su inspiración. Unos norteamericanos de Oregón que las fabrican a escala industrial le hicieron ver que aquí había negocio. La red ha puesto las ideas del emprendimiento a un clic de distancia.
Con la paciencia de un relojero antiguo, Víctor González diseña y ensambla las gafas en su taller del barrio de Lucero de Madrid. Él mismo corta las lamas y les pega las capas de madera noble que le dan ese aspecto tan particular. En la mano se aprecia la calidez del ébano, la pureza del palosanto, el magnetismo del vengué. Tarda ocho horas en tener un par listo, que luego anuncia y vende a través de su página web: feel-wood.es. A diario le contactan decenas de clientes que aprecian el valor de un producto hecho a mano en exclusiva para ellos. Tanto gente común como apóstoles del gusto de estos tiempos. El gafapasta ya no es cool: ahora pita el gafamadera.
20130823
20130822
20130819
Dan Ariely: 9 ejemplos de la economía conductual en el marketing
Dan Ariely: 9 ejemplos de la economía conductual en el marketing
¿Por qué, si alguien dice a mi lado márketing, la primera palabra que se me ocurre es “comadreja”? Aquí hay una lista de métodos de mercadotecnia, que funcionan gracias a bugs en nuestro sistema operativo. Evitarlas requiere un esfuerzo consciente, ya que nuestro instinto juega en contra nuestra —al menos en el entorno artificial del centro comercial. Sin más preámbulo:
1. Facilitar las comparaciones falsas
Cuando el fabricante de electrodomésticos Williams-Sonoma introdujo en el mercado las primeras máquinas panificadoras, las ventas fueron pobres. Después, al añadir a la gama una versión “deluxe”, 50% más cara, la primera máquina comenzó a venderse como rosquillas. Ahora parecía una ganga.
Al decidir sobre la compra de un bolígrafo de 17€, la mayoría de la gente se desplazaría en coche a una tienda a 15 minutos de distancia para ahorrar 5€. Sin embargo, si lo que se decide es la compra de un traje de 310€, casi nadie conduciría 15 minutos adicionales para ahorrar 5€. Los tiempos y ahorros involucrados son los mismos, pero las elecciones son opuestas. Hay que vigilar los razonamientos relativos; vienen así de fábrica para todos.
2. Reforzar las referencias
Salvador Assael, el Rey de las Perlas, creó de la nada el mercado de las perlas negras, desconocidas para la industria antes de 1973. Su primer intento, sin embargo, fue un fracaso: no vendió una sola perla. Así que acudió a su amigo Harry Winston; consiguió de él que expusiera en el escaparate de su joyería de la 5ª Avenida de Nueva York unas perlas negras con una cifra ridículamente elevada en la etiqueta del precio. Inmediatamente, pagó anuncios a toda página en varias revistas en los que podían verse perlas negras junto a diamantes, rubíes y esmeraldas. Pronto, las perlas negras eran consideradas preciosas.
Simonsohn y Loewenstein hallaron que la gente que se muda a una nueva ciudad permanece anclada a los precios de su antigua localidad. Así, si alguien se mudara de Extremadura a Madrid, tendería a encajar a su familia en casas más pequeñas para seguir pagando lo mismo. Sin embargo, un madrileño en Extremadura se haría con una mansión.
3. ¡Es “gratis”!
Ariely, Shampanier y Mazar realizaron un experimento usando trufas Lindt y un bombón de menor calidad. Cuando una trufa costaba 0.10€ y un bombón 0.01€, el 73% de los sujetos de estudio escogieron la trufa. Una rebaja de tan sólo un céntimo (la trufa a 0.09€ y el bombón gratis) rebajó el porcentaje drásticamente, al 31%. De acuerdo con la teoría economica estándar, una reducción de precios tan pequeña no debería haber conllevado ningún cambio, pero lo hizo.
La hipótesis de Ariely es que en transacciones normales consideramos tanto las vertientes positivas como las negativas. Cuando algo es gratis, sin embargo, olvidamos la parte negativa. La gratuidad nos hace percibir lo que se nos ofrece como inmensamente más valioso de lo que realmente es. Los seres humanos aborrecemos las pérdidas; al considerar una compra normal, este instinto entra en juego. Cuando un artículo es gratuito, no hay posibilidad de pérdida alguna.
4. Explotar las convenciones sociales
El Colegio de Abogados solicitó a varios letrados que participaran en un programa en el que ofrecerían sus servicios a personas de pocos recursos por un precio reducido de 25 €/hora. Nadie se ofreció. Cuando se solicitaron voluntarios para realizar servicios gratuitos hubo un buen número de voluntarios.
5. Diseñar campañas para vagos
Ariely realizó un experimento con los alumnos de su clase. Se les pidieron tres trabajos. Al primer grupo, Ariely les pidió que fijaran ellos mismos las fechas de entrega. Los trabajos entregados con retraso se penalizarían con una rebaja en la nota del 1% diario (no habría penalización para entregas antes de tiempo). La respuesta lógica habría sido comprometerse a entregar los tres trabajos el último día de clase. Al segundo grupo no se les fijó fecha límite: debían entregar sus trabajos el último día. El tercer grupo debía entregar sus trabajos en las semanas 4ª, 8ª y 12ª.
¿Los resultados? El grupo 3 (fechas impuestas) obtuvo las mejores notas. El grupo 2 (sin fecha) obtuvo las peores. El grupo 1 (fechas seleccionadas por los alumnos) quedaron en medio. De estos, los mejores fueron los que espaciaron en el tiempo sus compromisos de entrega.
6. Utilizar el efecto de la posesión
Ariely y Carmon realizaron un experimento con estudiantes de la Universidad de Duke, que hacen cola varias semanas para conseguir entradas para el baloncesto. La espera no garantiza conseguir las entradas: al final, se sortean entre los primeros en llegar, de modo que no todos consiguen su objetivo. En media, los alumnos que no consiguieron entradas declararon que pagarían hasta 120 € por ellas. Los que sí las consiguieron, sin embargo, se negaban a venderlas por menos de 1600 €.
Hay tres fallos fundamentales en la naturaleza humana. Nos enamoramos de lo que ya tenemos. Nos concentramos en lo que podríamos perder, más que en lo que podríamos ganar. Asumimos que los demás verán nuestras transacciones desde la misma perspectiva que nosotros.
7. Aprovechar nuestra aversión a las pérdidas
Ariely y Shin realizaron un experimento con estudiantes del MIT. Crearon un juego de ordenador que ofrecía a sus jugadores tres puertas: Roja, Azul y Verde. Se comenzaba un crédito de 100 clics de ratón. Para entrar en una habitación había que hacer clic sobre una puerta. Una vez dentro, cada clic daba entre 1 y 10 céntimos. También podía cambiarse de habitación (al coste de un clic). Cada habitación estaba programada para ofrecer distintos niveles de recompensa, pero era bastante sencillo averiguar cuál era la mejor.
Los jugadores tendían a probar las tres habitaciones, ver cuál pagaba más y después quedarse ahí (estamos hablando de estudiantes del MIT). Entonces, Ariely introdujo una pequeña variación: cada puerta que no fuera visitada en 12 clics consecutivos desaparecería para siempre. Con cada clic, las puertas no escogidas disminuían de tamaño en una doceava parte.
Ahora, los jugadores saltaban de puerta en puerta, intentando mantener abiertas sus opciones. Las ganancias disminuyeron un 15%; de hecho, escogiendo cualquiera de las puertas y permaneciendo en ella podrían haber ganado más.
Ariely incrementó el coste de abrir una puerta a 3 céntimos, sin resultados —los jugadores seguían intentando mantener abiertas sus opciones. Después reveló a los participantes cuánto pagaba exactamente cada habitación, sin obtener cambios en el comportamiento. También permitió jugar tantas rondas de práctica como se deseara. Nada. Incluso cambió las reglas para que las puertas desaparecidas pudieran ser “reencarnadas” con un clic. Aún así, no consiguió cambios.
Los jugadores no podían tolerar la idea de perder una puerta, y hacían cuanto fuera necesario para asegurarse de que no desaparecían, incluso aunque esta desaparición no tuviera consecuencias reales y pudiera ser revertida con facilidad. Nos sentimos impelidos a conservar nuestras opciones, incluso cuando el coste es astronómico o cuando no tiene sentido alguno.
8. Engendrar expectativas irracionales
Ariely, Lee y Frederick realizaron otro experimento con estudiantes del MIT. Les dieron a probar dos cervezas, ofreciéndoles una pinta gratis de la que más les gustara. La cerveza A era Budweiser. La B, Budweiser con dos gotas de vinagre balsámico por cada 30 mililitros.
Cuando se mantenía oculta la naturaleza de las cervezas, los estudiantes escogían mayoritariamente la cerveza balsámica. Sin embargo, al revelarles la verdad, cambiaron de opinión. Si de entrada revelas un detalle que podría ser negativo, seguramente la gente estará de acuerdo contigo —tan solo por sus expectativas.
9. Aprovechar el sesgo de los precios
Ariely, Waber, Shiv y Carmon crearon un analgésico falso, Veladone-Rx. Una mujer atractiva, vestida con traje de negocios (y un sutil acento ruso) contó a los sujetos experimentales que el 92% de los pacientes que recibían el analgésico mejoraban su dolor en 10 minutos, con una duración del efecto de hasta 8 horas.
Cuando se les dijo que cada pastilla costaba 1.70 €, casi todos los participantes notaron mejorías en su dolor. Sin embargo, si se les hacía saber que el precio era de 0.07 €, sólo la mitad notó los efectos. Los efectos también eran más pronunciados para mayor dolor inicial. Un estudio similar de la Universidad de Iowa mostró que los estudiantes que pagaban el precio completo de las pastillas contra el resfriado común reportaban mejores resultados que aquellos que las compraban a precios rebajados (aún siendo los mismos medicamentos).
¿Por qué, si alguien dice a mi lado márketing, la primera palabra que se me ocurre es “comadreja”? Aquí hay una lista de métodos de mercadotecnia, que funcionan gracias a bugs en nuestro sistema operativo. Evitarlas requiere un esfuerzo consciente, ya que nuestro instinto juega en contra nuestra —al menos en el entorno artificial del centro comercial. Sin más preámbulo:
1. Facilitar las comparaciones falsas
Cuando el fabricante de electrodomésticos Williams-Sonoma introdujo en el mercado las primeras máquinas panificadoras, las ventas fueron pobres. Después, al añadir a la gama una versión “deluxe”, 50% más cara, la primera máquina comenzó a venderse como rosquillas. Ahora parecía una ganga.
Al decidir sobre la compra de un bolígrafo de 17€, la mayoría de la gente se desplazaría en coche a una tienda a 15 minutos de distancia para ahorrar 5€. Sin embargo, si lo que se decide es la compra de un traje de 310€, casi nadie conduciría 15 minutos adicionales para ahorrar 5€. Los tiempos y ahorros involucrados son los mismos, pero las elecciones son opuestas. Hay que vigilar los razonamientos relativos; vienen así de fábrica para todos.
2. Reforzar las referencias
Salvador Assael, el Rey de las Perlas, creó de la nada el mercado de las perlas negras, desconocidas para la industria antes de 1973. Su primer intento, sin embargo, fue un fracaso: no vendió una sola perla. Así que acudió a su amigo Harry Winston; consiguió de él que expusiera en el escaparate de su joyería de la 5ª Avenida de Nueva York unas perlas negras con una cifra ridículamente elevada en la etiqueta del precio. Inmediatamente, pagó anuncios a toda página en varias revistas en los que podían verse perlas negras junto a diamantes, rubíes y esmeraldas. Pronto, las perlas negras eran consideradas preciosas.
Simonsohn y Loewenstein hallaron que la gente que se muda a una nueva ciudad permanece anclada a los precios de su antigua localidad. Así, si alguien se mudara de Extremadura a Madrid, tendería a encajar a su familia en casas más pequeñas para seguir pagando lo mismo. Sin embargo, un madrileño en Extremadura se haría con una mansión.
3. ¡Es “gratis”!
Ariely, Shampanier y Mazar realizaron un experimento usando trufas Lindt y un bombón de menor calidad. Cuando una trufa costaba 0.10€ y un bombón 0.01€, el 73% de los sujetos de estudio escogieron la trufa. Una rebaja de tan sólo un céntimo (la trufa a 0.09€ y el bombón gratis) rebajó el porcentaje drásticamente, al 31%. De acuerdo con la teoría economica estándar, una reducción de precios tan pequeña no debería haber conllevado ningún cambio, pero lo hizo.
La hipótesis de Ariely es que en transacciones normales consideramos tanto las vertientes positivas como las negativas. Cuando algo es gratis, sin embargo, olvidamos la parte negativa. La gratuidad nos hace percibir lo que se nos ofrece como inmensamente más valioso de lo que realmente es. Los seres humanos aborrecemos las pérdidas; al considerar una compra normal, este instinto entra en juego. Cuando un artículo es gratuito, no hay posibilidad de pérdida alguna.
4. Explotar las convenciones sociales
El Colegio de Abogados solicitó a varios letrados que participaran en un programa en el que ofrecerían sus servicios a personas de pocos recursos por un precio reducido de 25 €/hora. Nadie se ofreció. Cuando se solicitaron voluntarios para realizar servicios gratuitos hubo un buen número de voluntarios.
5. Diseñar campañas para vagos
Ariely realizó un experimento con los alumnos de su clase. Se les pidieron tres trabajos. Al primer grupo, Ariely les pidió que fijaran ellos mismos las fechas de entrega. Los trabajos entregados con retraso se penalizarían con una rebaja en la nota del 1% diario (no habría penalización para entregas antes de tiempo). La respuesta lógica habría sido comprometerse a entregar los tres trabajos el último día de clase. Al segundo grupo no se les fijó fecha límite: debían entregar sus trabajos el último día. El tercer grupo debía entregar sus trabajos en las semanas 4ª, 8ª y 12ª.
¿Los resultados? El grupo 3 (fechas impuestas) obtuvo las mejores notas. El grupo 2 (sin fecha) obtuvo las peores. El grupo 1 (fechas seleccionadas por los alumnos) quedaron en medio. De estos, los mejores fueron los que espaciaron en el tiempo sus compromisos de entrega.
6. Utilizar el efecto de la posesión
Ariely y Carmon realizaron un experimento con estudiantes de la Universidad de Duke, que hacen cola varias semanas para conseguir entradas para el baloncesto. La espera no garantiza conseguir las entradas: al final, se sortean entre los primeros en llegar, de modo que no todos consiguen su objetivo. En media, los alumnos que no consiguieron entradas declararon que pagarían hasta 120 € por ellas. Los que sí las consiguieron, sin embargo, se negaban a venderlas por menos de 1600 €.
Hay tres fallos fundamentales en la naturaleza humana. Nos enamoramos de lo que ya tenemos. Nos concentramos en lo que podríamos perder, más que en lo que podríamos ganar. Asumimos que los demás verán nuestras transacciones desde la misma perspectiva que nosotros.
7. Aprovechar nuestra aversión a las pérdidas
Ariely y Shin realizaron un experimento con estudiantes del MIT. Crearon un juego de ordenador que ofrecía a sus jugadores tres puertas: Roja, Azul y Verde. Se comenzaba un crédito de 100 clics de ratón. Para entrar en una habitación había que hacer clic sobre una puerta. Una vez dentro, cada clic daba entre 1 y 10 céntimos. También podía cambiarse de habitación (al coste de un clic). Cada habitación estaba programada para ofrecer distintos niveles de recompensa, pero era bastante sencillo averiguar cuál era la mejor.
Los jugadores tendían a probar las tres habitaciones, ver cuál pagaba más y después quedarse ahí (estamos hablando de estudiantes del MIT). Entonces, Ariely introdujo una pequeña variación: cada puerta que no fuera visitada en 12 clics consecutivos desaparecería para siempre. Con cada clic, las puertas no escogidas disminuían de tamaño en una doceava parte.
Ahora, los jugadores saltaban de puerta en puerta, intentando mantener abiertas sus opciones. Las ganancias disminuyeron un 15%; de hecho, escogiendo cualquiera de las puertas y permaneciendo en ella podrían haber ganado más.
Ariely incrementó el coste de abrir una puerta a 3 céntimos, sin resultados —los jugadores seguían intentando mantener abiertas sus opciones. Después reveló a los participantes cuánto pagaba exactamente cada habitación, sin obtener cambios en el comportamiento. También permitió jugar tantas rondas de práctica como se deseara. Nada. Incluso cambió las reglas para que las puertas desaparecidas pudieran ser “reencarnadas” con un clic. Aún así, no consiguió cambios.
Los jugadores no podían tolerar la idea de perder una puerta, y hacían cuanto fuera necesario para asegurarse de que no desaparecían, incluso aunque esta desaparición no tuviera consecuencias reales y pudiera ser revertida con facilidad. Nos sentimos impelidos a conservar nuestras opciones, incluso cuando el coste es astronómico o cuando no tiene sentido alguno.
8. Engendrar expectativas irracionales
Ariely, Lee y Frederick realizaron otro experimento con estudiantes del MIT. Les dieron a probar dos cervezas, ofreciéndoles una pinta gratis de la que más les gustara. La cerveza A era Budweiser. La B, Budweiser con dos gotas de vinagre balsámico por cada 30 mililitros.
Cuando se mantenía oculta la naturaleza de las cervezas, los estudiantes escogían mayoritariamente la cerveza balsámica. Sin embargo, al revelarles la verdad, cambiaron de opinión. Si de entrada revelas un detalle que podría ser negativo, seguramente la gente estará de acuerdo contigo —tan solo por sus expectativas.
9. Aprovechar el sesgo de los precios
Ariely, Waber, Shiv y Carmon crearon un analgésico falso, Veladone-Rx. Una mujer atractiva, vestida con traje de negocios (y un sutil acento ruso) contó a los sujetos experimentales que el 92% de los pacientes que recibían el analgésico mejoraban su dolor en 10 minutos, con una duración del efecto de hasta 8 horas.
Cuando se les dijo que cada pastilla costaba 1.70 €, casi todos los participantes notaron mejorías en su dolor. Sin embargo, si se les hacía saber que el precio era de 0.07 €, sólo la mitad notó los efectos. Los efectos también eran más pronunciados para mayor dolor inicial. Un estudio similar de la Universidad de Iowa mostró que los estudiantes que pagaban el precio completo de las pastillas contra el resfriado común reportaban mejores resultados que aquellos que las compraban a precios rebajados (aún siendo los mismos medicamentos).
20130817
20130816
Por qué dejé de ser autónomo (I)
- invertir en la herramienta de trabajo (en su caso, un portátil) no se debería ver como un error.. claro que una cosa es comprar un mobil o tableta por 100 euros y un portátil por 500 Euros, y otra gastarse 500 Euros en el mobil o tableta y luego casi 3000 en el portátil.. no es lo mismo..
- gastos de gestoría y hosting: busca, compara.. hoy día es difícil encontrar alguien comprometido por su trabajo, así que es muy difícil que pongan interés en lo que están haciendo más allá de cobrar a fin de mes.. así que si el resultado va a ser el mismo, no hay que pagar de más..
- lo que él llama "estacionalidad de la economía española", no es tal. Lo único que ocurre es que hay una recesión como nunca (aunque los "medios de información" se ocupen de anunciar la pronta recuperación): 7 millones de parados, y los que trabajan, la mayoría en el submileurismo.. así es difícil que la economía vaya más allá de la mera subsistencia. Evidentemente hay ricos, pero éstos se mueven en otros círculos, y es mucho más difícil llegar a ellos..
- falta de disciplina: tener 3 o 4 proyectos a la vez no ayuda en nada y afecta a la concentración (lo mismo que distracciones contínuas como llamadas..).. Si no se puede hacer en ese momento, es mejor comunicarlo al cliente (y que éste sepa que va a tener que esperar) a decirle que estamos en ello y darle largas..
- algo que no menciona: lo que ha gastado en impuestos, tasas, cotizaciones y otro papeleo (y no me refiero a gastos de gestoría).. en muchos países éstos costes (y más para alguien que está empezando y tiene una facturación baja) son anecdóticos.. hispanistán es de los países donde es más difícil empezar un negocio, pero además es de los países donde es más caro mantener abierta la persiana.. y son gastos fijos (se facture o no se facture), y éste es el verdadero problema del país, porque el emprendedor acaba trabajando para el Estado (que se lleva casi todo lo que gana, en ocasiones incluso más de lo que gana). Se martiriza al pequeño. Y las empresas grandes tienen sucursales en paraísos fiscales, y tienen tinglados financieros.. y hay que subir impuestos y tasas (que acaban pagando los mismos de siempre) porque el Ministro dice que las cuentas no salen..
Por qué dejé de ser autónomo (I)
Hace unos días recibí duras críticas en Menéame por intentar promover unos
artículos de este blog allí (con toda mi buena intención, todo sea dicho). Fui
criticado porque este es mi blog profesional, y no querían publicidad allí.
Lo que no sabían es que, aunque fuera mi “blog de empresa” yo ya había cesado mi actividad, había dejado de ser autónomo. Cuando dije que no tenía fines comerciales al publicar eso dije la verdad.
¿Y por qué dejé de ser autónomo? Pues porque cometí muchos errores. Sí que es cierto que ni el gobierno ni la situación actual me lo ponían fácil, pero podría haberlo hecho mejor. Y hoy estoy aquí para contar donde fallé.
Aun así creo que los siguientes puntos pueden resultar útiles a quien los lea y tenga pensado lanzarse a la aventura.
Mi consejo: Aunque puedas tener suerte y conseguir unos ingresos mínimos estables en poco tiempo, no es aconsejable empezar si no tienes ahorros para aguantar como mínimo un año entero (suponiendo 0 ingresos). Hay que tener en cuenta la fuerte estacionalidad de la economía española y los efectos que ésto puede tener en los autónomos.
Otros gastos innecesarios fueron la gestoría (con mi nivel de facturación bien podía haber aprendido a manejar el papeleo, como después hice). Además, tampoco hice bien mi trabajo a la hora de buscar alternativas menos costosas dentro de los costes que debía asumir sí o sí.
Mi consejo: Aunque sea cierto que necesites nuevas herramientas de trabajo, piénsatelo 2 veces antes de adquirirlas. Mira si puedes aguantar un tiempo más sin que eso reduzca la calidad de tu trabajo realizado (al cliente es lo único que le importará).
Busca alternativas siempre que puedas, es crucial comparar precios. No te sientas mal si lo más barato lo ofrece alguien de China o Afganistán, ya tendrás tiempo en el futuro de compensarlo. Cuando se está empezando lo que prima es la supervivencia del negocio, las causas justas no deben olvidarse pero se pueden aplazar hasta que tenerlas en cuenta no amenace la viabilidad de nuestra aventura.
Con eso no quiero decir que todo valga, pero hay que saber relativizar los hechos. Por ejemplo, yo adquirí el hosting de este blog en Dinahosting. Me atrajo su servicio de atención al cliente y que fueran españoles. Quise poner mi granito de arena para potenciar la economía local… y no hice bien.
Una opción más lógica habría sido contratar un servidor a OVH, que ofrece un peor servicio de atención al cliente y además es francesa. ¿Por qué? Pues porque no tiene ningún sentido esperar que le traten a uno como un rey cuando se es un autónomo en situación precaria, y de nada sirve querer potenciar la economía local si te quedas en el intento.
Debo admitir que ni tansiquiera me moví bien en Internet, pero eso no es lo que marcó la diferencia. La construcción de la imagen de marca es algo lento y costoso (a no ser que se cuente con un buen saco de billetes), y esa imagen de marca es muy necesaria para promocionarse en la red de redes.
Mi prioridad debería haber sido “salir a la calle” y arriesgarme a oír 100, 1000 o 10000 veces “NO” hasta recibir un primer “SÍ”. Hice tímidos intentos, pero ni mucho menos los suficientes.
¿Qué debería haber hecho? Pues (según lo veo ahora) marcarme un horario, pero no solo eso, también un calendario con deadlines que me hubieran obligado a mantener un ritmo más alto de trabajo.
Mi ritmo irregular de trabajo no fue mi único punto flaco en el ámbito de la disciplina. No serializé suficientemente mis tareas, no era raro encontrarme con 3 o 4 trabajos a medias. Mi tendencia a la dispersión jugó en mi contra.
Trabajar en distintas cosas a la vez no solo reduce el rendimiento medio, también puede acabar minando la moral. La razón es sencilla: se trabaja mucho, pero no se da por terminado casi nada. Concluir tareas ayuda a mantener una sensación de avance constante que sirve para mantener la motivación personal.
La realidad fue mucho más cruda, no me quedaba ni un minuto libre para dedicarme a lo que realmente quería. Pasaba más tiempo gestionando, buscando clientes y negociando con ellos que programando.
Entonces, viendo que no iba por buen camino busqué un puesto en Atrápalo, realicé las entrevistas y allí estoy trabajando. Ahora puedo dedicar unas pocas horas de mis tardes a desarrollar un producto, y con el sueldo (más alto que el anterior) puedo ir ahorrando para dar el salto llegado el momento :) .
Algunos pueden pensar que podría haber hecho lo mismo en el anterior trabajo, pero no. Allí (en Bananity) hacíamos horas extra casi cada día.
De mis pocos aciertos, y de otros motivos por los que dejé de ser autónomo hablaré en los siguientes artículos. Sobre Bananity hablaré cuando despegue o cuando quiebre (lo más probable).
Lo que no sabían es que, aunque fuera mi “blog de empresa” yo ya había cesado mi actividad, había dejado de ser autónomo. Cuando dije que no tenía fines comerciales al publicar eso dije la verdad.
¿Y por qué dejé de ser autónomo? Pues porque cometí muchos errores. Sí que es cierto que ni el gobierno ni la situación actual me lo ponían fácil, pero podría haberlo hecho mejor. Y hoy estoy aquí para contar donde fallé.
Mis errores
Debo avisar, estoy casi completamente seguro de que cometí más errores de los que he sido capaz de identificar, puede que no de la explicación completa de por qué fracasé como autónomo.Aun así creo que los siguientes puntos pueden resultar útiles a quien los lea y tenga pensado lanzarse a la aventura.
Ten preparado un buen cojín
Uno de los fallos más graves que cometí consistió en empezar con una cantidad de ahorros demasiado pequeña. Mi salario anterior era de unos 18.000€ brutos anuales, así que podréis imaginar que mucho no pude ahorrar. Además no fui despedido (marché voluntariamente), por lo que no pude capitalizar mi prestación por desempleo.Mi consejo: Aunque puedas tener suerte y conseguir unos ingresos mínimos estables en poco tiempo, no es aconsejable empezar si no tienes ahorros para aguantar como mínimo un año entero (suponiendo 0 ingresos). Hay que tener en cuenta la fuerte estacionalidad de la economía española y los efectos que ésto puede tener en los autónomos.
Casi nada es imprescindible ¡renuncia a algo!
Otra cagada antológica fue mi nivel de gasto. Con la excusa de que necesitaba una mejor herramienta de trabajo me autoconvencí para comprarme un nuevo portátil (el viejo se arrastraba, pero podría haber aguantado más con él).Otros gastos innecesarios fueron la gestoría (con mi nivel de facturación bien podía haber aprendido a manejar el papeleo, como después hice). Además, tampoco hice bien mi trabajo a la hora de buscar alternativas menos costosas dentro de los costes que debía asumir sí o sí.
Mi consejo: Aunque sea cierto que necesites nuevas herramientas de trabajo, piénsatelo 2 veces antes de adquirirlas. Mira si puedes aguantar un tiempo más sin que eso reduzca la calidad de tu trabajo realizado (al cliente es lo único que le importará).
Busca alternativas siempre que puedas, es crucial comparar precios. No te sientas mal si lo más barato lo ofrece alguien de China o Afganistán, ya tendrás tiempo en el futuro de compensarlo. Cuando se está empezando lo que prima es la supervivencia del negocio, las causas justas no deben olvidarse pero se pueden aplazar hasta que tenerlas en cuenta no amenace la viabilidad de nuestra aventura.
Con eso no quiero decir que todo valga, pero hay que saber relativizar los hechos. Por ejemplo, yo adquirí el hosting de este blog en Dinahosting. Me atrajo su servicio de atención al cliente y que fueran españoles. Quise poner mi granito de arena para potenciar la economía local… y no hice bien.
Una opción más lógica habría sido contratar un servidor a OVH, que ofrece un peor servicio de atención al cliente y además es francesa. ¿Por qué? Pues porque no tiene ningún sentido esperar que le traten a uno como un rey cuando se es un autónomo en situación precaria, y de nada sirve querer potenciar la economía local si te quedas en el intento.
Se liga más saliendo a la calle que chateando en Internet
Supongo que en parte por deformación profesional (soy informático), y en parte por miedo (irracional) al rechazo, mi estrategia de captación de clientes se centró excesivamente en los canales online: web, redes sociales y publicidad online.Debo admitir que ni tansiquiera me moví bien en Internet, pero eso no es lo que marcó la diferencia. La construcción de la imagen de marca es algo lento y costoso (a no ser que se cuente con un buen saco de billetes), y esa imagen de marca es muy necesaria para promocionarse en la red de redes.
Mi prioridad debería haber sido “salir a la calle” y arriesgarme a oír 100, 1000 o 10000 veces “NO” hasta recibir un primer “SÍ”. Hice tímidos intentos, pero ni mucho menos los suficientes.
La disciplina no es solo para los militares
No fui lo suficientemente autodisciplinado. Si bien es cierto que casi no me concedía ratos libres, la frustración pudo conmigo más de una vez, y esto se traducía en horas y horas leyendo noticias (o jugando) en detrimento del cumplimiento de mis tareas.¿Qué debería haber hecho? Pues (según lo veo ahora) marcarme un horario, pero no solo eso, también un calendario con deadlines que me hubieran obligado a mantener un ritmo más alto de trabajo.
Mi ritmo irregular de trabajo no fue mi único punto flaco en el ámbito de la disciplina. No serializé suficientemente mis tareas, no era raro encontrarme con 3 o 4 trabajos a medias. Mi tendencia a la dispersión jugó en mi contra.
Trabajar en distintas cosas a la vez no solo reduce el rendimiento medio, también puede acabar minando la moral. La razón es sencilla: se trabaja mucho, pero no se da por terminado casi nada. Concluir tareas ayuda a mantener una sensación de avance constante que sirve para mantener la motivación personal.
La historia no acaba aquí
Dejo de ser autónomo solo de forma temporal. No lo dejé sólo porque mis pasos me hubieran llevado a una situación delicada. Mi objetivo inicial era ganar dinero con clientes y dedicar un cierto tiempo extra al desarrollo de algún producto sobre el que pudiera construir una empresa posteriormente.La realidad fue mucho más cruda, no me quedaba ni un minuto libre para dedicarme a lo que realmente quería. Pasaba más tiempo gestionando, buscando clientes y negociando con ellos que programando.
Entonces, viendo que no iba por buen camino busqué un puesto en Atrápalo, realicé las entrevistas y allí estoy trabajando. Ahora puedo dedicar unas pocas horas de mis tardes a desarrollar un producto, y con el sueldo (más alto que el anterior) puedo ir ahorrando para dar el salto llegado el momento :) .
Algunos pueden pensar que podría haber hecho lo mismo en el anterior trabajo, pero no. Allí (en Bananity) hacíamos horas extra casi cada día.
De mis pocos aciertos, y de otros motivos por los que dejé de ser autónomo hablaré en los siguientes artículos. Sobre Bananity hablaré cuando despegue o cuando quiebre (lo más probable).
20130815
El Independent: El profesor que gana US$4 millones
por alguna extraña (algun político diria que infundada) razón, sospecho que crear una empresa, facturar, mantener buenas relaciones con la Hacienda pública, encontrar funcionarios que realmente ayuden y resuelvan obstáculos, tener un entorno de leyes fáciles de entender, no cambiantes.. todas esas minucias sin importancia para que una empresa funcione.. debe ser infinitamente más fácil en la decadente y analfabeta Corea del Sur, que en la próspera, culta, y esplendorosa hispanistán..
El Independent: El profesor que gana US$4 millones
Kim Ki-hoon gana US$4 millones al año en Corea del Sur, donde es conocido como un profesor estrella. Kim ha enseñado por más de 20 años, todos ellos en las academias de tutorías privadas del país, conocidas como hagwons. A diferencia de la mayoría de maestros en el resto del mundo, sus ingresos dependen de la demanda de sus clases y Kim está en demanda.
El surcoreano trabaja unas 60 horas a la semana enseñando inglés, aunque apenas tres de esas horas las pasa dictando clases. Sus tutorías son grabadas en video y vendidas en Internet a US$4 la hora. El resto de la semana lo dedica a contestar preguntas en línea de estudiantes, desarrollar programas de estudio y escribir libros didácticos y cuadernos de ejercicios (unos 200 hasta la fecha).
"Cuanto más trabajo, más dinero gano", dice. "Eso me gusta".
Viajé a Corea del Sur para ver cómo funciona un libre mercado de docentes talentosos, una parada en una gira mundial para descubrir lo que Estados Unidos puede aprender de las demás superpotencias en educación del mundo. Gracias en parte a estos servicios de tutoría, Corea del Sur ha mejorado drásticamente su sistema educativo en las últimas décadas y ahora supera habitualmente a EE.UU. Hace 60 años, la mayoría de los surcoreanos eran analfabetos; hoy en día, los surcoreanos de 15 años se ubican en el segundo lugar en pruebas de lectura del mundo, detrás de los de Shanghai. El país tiene en la actualidad una tasa de graduación de secundaria de 93%, en comparación con 77% en EE.UU.
Los servicios de tutorías particulares se están expandiendo por todo el mundo, desde Irlanda a Hong Kong. Conocidos a veces como sistemas educativos en la sombra, siguen el modelo tradicional, ofreciendo clases después de las jornadas escolares en casi cualquier materia a cambio del pago de una tarifa. Pero en ninguna parte han conseguido la penetración de mercado y la sofisticación de las hagwons en Corea del Sur, donde ahora hay más tutores privados que maestros de escuela.
Una mirada detallada muestra que este sistema es tan emocionante como preocupante. Promociona el esfuerzo y la innovación entre los estudiantes y los profesores, y ha ayudado a Corea del Sur a convertirse en una potencia académica. Pero también genera una guerra de precios por la educación, en la que los mejores servicios van hacia las familias más ricas, sin mencionar siquiera el efecto psicológico que sufren los alumnos. Bajo este sistema, los estudiantes básicamente van al colegio dos veces: una vez durante el día y luego nuevamente por la noche en los institutos de tutoría. Es una rutina implacable.
El grueso de los ingresos de Kim proviene de los 150.000 jóvenes que siguen cada año sus lecciones en línea. (La mayoría son estudiantes de secundaria que tratan de mejorar su puntaje en la prueba estandarizada nacional para ingresar a la universidad). Su nombre equivale a una marca, con toda la estructura que esto implica. Treinta personas trabajan para él, ayudándolo a administrar su imperio educativo y a dirigir la editorial que publica sus libros.
Llamar esto simplemente tutorías sería subestimar su escala y sofisticación. Megastudy, la
hagwon en línea para la que trabaja Kim, cotiza en la Bolsa de Corea del Sur. Casi tres de cada cuatro niños surcoreanos participan en este mercado privado. En 2012, sus padres gastaron más de US$17.000 millones en estos servicios. Eso es más que los US$15.000 millones que los estadounidenses gastaron en videojuegos ese año, según NPD Group, una firma de investigación. El mercado educativo de Corea del Sur es tan rentable que atrae inversiones de firmas de la talla de Goldman Sachs, Carlyle Group y A.I.G.
Además de ganar dinero, hay lecciones que pueden aprenderse de este auge del bazar educativo de Corea del Sur, lecciones sobre cómo motivar a los maestros, cómo cautivar a los padres y estudiantes y cómo adaptarse a un mundo cambiante.
Para encontrar a profesores estrella como Kim, los directores de las hagwons navegan Internet, leyendo las reseñas de padres y mirando las clases en línea de los maestros. Hagwons que compiten entre sí tratan habitualmente de arrebatarse sus tutores más famosos. "Los profesores realmente buenos son difíciles de retener, y difíciles de manejar. Es necesario proteger sus egos", explica Lee Chae-yun, propietaria de una cadena de cinco hagwons en Seúl llamada Myungin Academy.
La diferencia más radical entre las escuelas tradicionales y las hagwons es que los estudiantes se inscriben para tomar clases con tutores específicos, así que los más respetados tienen más alumnos. El mercado privado de Corea del Sur ha reducido la educación a la variable que es más importante: el profesor.
Es lo más parecido que puede encontrarse a una meritocracia, y es casi igual de despiadada. En las hagwons, los tutores son agentes libres. No necesitan estar certificados. No reciben prestaciones sociales y ni siquiera un salario base garantizado. Su remuneración se basa en su desempeño, que se mide en la cantidad de estudiantes que se matriculan en sus cursos, el progreso de las calificaciones de sus alumnos, y encuestas de satisfacción que responden los alumnos y sus padres.
"Los estudiantes son los clientes", dice Lee. Para atraerlos, las hagwons se esfuerzan en promocionar sus resultados. Publican en línea y en gigantescos carteles en sus fachadas las calificaciones de sus graduados y las cifras de aceptación universitaria.
Si los tutores reciben resultados bajos en los sondeos o captan pocos estudiantes, generalmente son puestos en un período de prueba. Cada año, Lee despide aproximadamente a 10% de sus instructores.
Toda esta presión crea incentivos reales para los maestros, al menos según los alumnos. En una encuesta de 2010 en la que participaron 6.600 estudiantes de 116 escuelas secundarias llevada a cabo por el Instituto Coreano de Desarrollo Educativo, los adolescentes otorgaron calificaciones más altas a sus tutores de las hagwons que a sus maestros regulares: los profesores de las hagwons estaban mejor preparados, eran más dedicados a la enseñanza y respetaban más las opiniones de los estudiantes, dijeron los jóvenes.
¿Pero aprenden los estudiantes más en las hagwons? Sorprendentemente, es una pregunta difícil de responder. En todo el mundo, las investigaciones no ofrecen una conclusión contundente, lo que sugiere que la calidad de las clases extraescolares es más importante que la cantidad. Y el precio está al menos ligeramente vinculado a la calidad, lo cual es precisamente el problema. Los jóvenes más acaudalados pueden costear clases individuales con los instructores más populares, mientras que otros van a hagwons inferiores con clases mucho más grandes y una instrucción menos confiable. Ocho de cada 10 padres surcoreanos aseguran sentir presión financiera por los costos de las hagwons. Aun así, la mayoría sigue pagando las cuotas, convencidos de que mientras más gasten, más aprenderán sus hijos.
"La única solución es mejorar la educación pública", señala Kim, el maestro millonario, al igual que el ministro de Educación del país y más de una decena de docentes coreanos con quienes hablé. Si los padres confiaran en el sistema, reza la teoría, no estarían dispuestos a pagar por la enseñanza adicional.
Para forjar esta confianza, Kim sugiere subirles considerablemente el sueldo a los profesores de las escuelas públicas en función de su desempeño, como hacen las hagwons. De esta forma, la profesión podría atraer a candidatos más capacitados y consumados.
Ningún país tiene todas las respuestas. No obstante, en una economía global impulsada por la información, unas cuantas verdades se están volviendo universales: los niños deben aprender a pensar de forma crítica en matemáticas, lectura y ciencias; tienen que estar motivados; y deben aprender a adaptarse, ya que lo van a tener que hacer el resto de sus vidas. Estas exigencias requieren que las escuelas también cambien, o el libre mercado lo hará por ellas.
El Independent: El profesor que gana US$4 millones
Kim Ki-hoon gana US$4 millones al año en Corea del Sur, donde es conocido como un profesor estrella. Kim ha enseñado por más de 20 años, todos ellos en las academias de tutorías privadas del país, conocidas como hagwons. A diferencia de la mayoría de maestros en el resto del mundo, sus ingresos dependen de la demanda de sus clases y Kim está en demanda.
El surcoreano trabaja unas 60 horas a la semana enseñando inglés, aunque apenas tres de esas horas las pasa dictando clases. Sus tutorías son grabadas en video y vendidas en Internet a US$4 la hora. El resto de la semana lo dedica a contestar preguntas en línea de estudiantes, desarrollar programas de estudio y escribir libros didácticos y cuadernos de ejercicios (unos 200 hasta la fecha).
"Cuanto más trabajo, más dinero gano", dice. "Eso me gusta".
Viajé a Corea del Sur para ver cómo funciona un libre mercado de docentes talentosos, una parada en una gira mundial para descubrir lo que Estados Unidos puede aprender de las demás superpotencias en educación del mundo. Gracias en parte a estos servicios de tutoría, Corea del Sur ha mejorado drásticamente su sistema educativo en las últimas décadas y ahora supera habitualmente a EE.UU. Hace 60 años, la mayoría de los surcoreanos eran analfabetos; hoy en día, los surcoreanos de 15 años se ubican en el segundo lugar en pruebas de lectura del mundo, detrás de los de Shanghai. El país tiene en la actualidad una tasa de graduación de secundaria de 93%, en comparación con 77% en EE.UU.
Los servicios de tutorías particulares se están expandiendo por todo el mundo, desde Irlanda a Hong Kong. Conocidos a veces como sistemas educativos en la sombra, siguen el modelo tradicional, ofreciendo clases después de las jornadas escolares en casi cualquier materia a cambio del pago de una tarifa. Pero en ninguna parte han conseguido la penetración de mercado y la sofisticación de las hagwons en Corea del Sur, donde ahora hay más tutores privados que maestros de escuela.
Una mirada detallada muestra que este sistema es tan emocionante como preocupante. Promociona el esfuerzo y la innovación entre los estudiantes y los profesores, y ha ayudado a Corea del Sur a convertirse en una potencia académica. Pero también genera una guerra de precios por la educación, en la que los mejores servicios van hacia las familias más ricas, sin mencionar siquiera el efecto psicológico que sufren los alumnos. Bajo este sistema, los estudiantes básicamente van al colegio dos veces: una vez durante el día y luego nuevamente por la noche en los institutos de tutoría. Es una rutina implacable.
El grueso de los ingresos de Kim proviene de los 150.000 jóvenes que siguen cada año sus lecciones en línea. (La mayoría son estudiantes de secundaria que tratan de mejorar su puntaje en la prueba estandarizada nacional para ingresar a la universidad). Su nombre equivale a una marca, con toda la estructura que esto implica. Treinta personas trabajan para él, ayudándolo a administrar su imperio educativo y a dirigir la editorial que publica sus libros.
Llamar esto simplemente tutorías sería subestimar su escala y sofisticación. Megastudy, la
hagwon en línea para la que trabaja Kim, cotiza en la Bolsa de Corea del Sur. Casi tres de cada cuatro niños surcoreanos participan en este mercado privado. En 2012, sus padres gastaron más de US$17.000 millones en estos servicios. Eso es más que los US$15.000 millones que los estadounidenses gastaron en videojuegos ese año, según NPD Group, una firma de investigación. El mercado educativo de Corea del Sur es tan rentable que atrae inversiones de firmas de la talla de Goldman Sachs, Carlyle Group y A.I.G.
Además de ganar dinero, hay lecciones que pueden aprenderse de este auge del bazar educativo de Corea del Sur, lecciones sobre cómo motivar a los maestros, cómo cautivar a los padres y estudiantes y cómo adaptarse a un mundo cambiante.
Para encontrar a profesores estrella como Kim, los directores de las hagwons navegan Internet, leyendo las reseñas de padres y mirando las clases en línea de los maestros. Hagwons que compiten entre sí tratan habitualmente de arrebatarse sus tutores más famosos. "Los profesores realmente buenos son difíciles de retener, y difíciles de manejar. Es necesario proteger sus egos", explica Lee Chae-yun, propietaria de una cadena de cinco hagwons en Seúl llamada Myungin Academy.
La diferencia más radical entre las escuelas tradicionales y las hagwons es que los estudiantes se inscriben para tomar clases con tutores específicos, así que los más respetados tienen más alumnos. El mercado privado de Corea del Sur ha reducido la educación a la variable que es más importante: el profesor.
Es lo más parecido que puede encontrarse a una meritocracia, y es casi igual de despiadada. En las hagwons, los tutores son agentes libres. No necesitan estar certificados. No reciben prestaciones sociales y ni siquiera un salario base garantizado. Su remuneración se basa en su desempeño, que se mide en la cantidad de estudiantes que se matriculan en sus cursos, el progreso de las calificaciones de sus alumnos, y encuestas de satisfacción que responden los alumnos y sus padres.
"Los estudiantes son los clientes", dice Lee. Para atraerlos, las hagwons se esfuerzan en promocionar sus resultados. Publican en línea y en gigantescos carteles en sus fachadas las calificaciones de sus graduados y las cifras de aceptación universitaria.
Si los tutores reciben resultados bajos en los sondeos o captan pocos estudiantes, generalmente son puestos en un período de prueba. Cada año, Lee despide aproximadamente a 10% de sus instructores.
Toda esta presión crea incentivos reales para los maestros, al menos según los alumnos. En una encuesta de 2010 en la que participaron 6.600 estudiantes de 116 escuelas secundarias llevada a cabo por el Instituto Coreano de Desarrollo Educativo, los adolescentes otorgaron calificaciones más altas a sus tutores de las hagwons que a sus maestros regulares: los profesores de las hagwons estaban mejor preparados, eran más dedicados a la enseñanza y respetaban más las opiniones de los estudiantes, dijeron los jóvenes.
¿Pero aprenden los estudiantes más en las hagwons? Sorprendentemente, es una pregunta difícil de responder. En todo el mundo, las investigaciones no ofrecen una conclusión contundente, lo que sugiere que la calidad de las clases extraescolares es más importante que la cantidad. Y el precio está al menos ligeramente vinculado a la calidad, lo cual es precisamente el problema. Los jóvenes más acaudalados pueden costear clases individuales con los instructores más populares, mientras que otros van a hagwons inferiores con clases mucho más grandes y una instrucción menos confiable. Ocho de cada 10 padres surcoreanos aseguran sentir presión financiera por los costos de las hagwons. Aun así, la mayoría sigue pagando las cuotas, convencidos de que mientras más gasten, más aprenderán sus hijos.
"La única solución es mejorar la educación pública", señala Kim, el maestro millonario, al igual que el ministro de Educación del país y más de una decena de docentes coreanos con quienes hablé. Si los padres confiaran en el sistema, reza la teoría, no estarían dispuestos a pagar por la enseñanza adicional.
Para forjar esta confianza, Kim sugiere subirles considerablemente el sueldo a los profesores de las escuelas públicas en función de su desempeño, como hacen las hagwons. De esta forma, la profesión podría atraer a candidatos más capacitados y consumados.
Ningún país tiene todas las respuestas. No obstante, en una economía global impulsada por la información, unas cuantas verdades se están volviendo universales: los niños deben aprender a pensar de forma crítica en matemáticas, lectura y ciencias; tienen que estar motivados; y deben aprender a adaptarse, ya que lo van a tener que hacer el resto de sus vidas. Estas exigencias requieren que las escuelas también cambien, o el libre mercado lo hará por ellas.
20130814
Un tuit que vale 12.500 millones de dólares
que un blog de Bankinter acabe utilizando una imagen de finanzas de Google, cuando ellos ya tienen una plataforma.. pfff..
Un tuit que vale 12.500 millones de dólares
Las acciones de Apple vivían ayer una sesión tranquila y moderadamente alcista, hasta que Twitter volvió a sacudir el mercado de valores de Wall Street. Cuando apenas quedaban 90 minutos para el cierre de la sesión, el afamado inversor Carl Icahn revolucionaba el valor con el siguiente tuit:
En el mismo, explicaba que habían tomado una amplia participación en Apple porque pensaban que el valor estaba extremadamente infravalorado. Además, explicaba que había hablado con Tim Cook, actual consejero delegado de Apple. Posteriormente, añadió que había sugerido al directivo una recompra de acciones por parte de la compañía tecnológica.
Desde ese mismo instante, el valor rompió la monotonía que venía arrastrando durante la sesión. Acabó cerrando con un alza de casi el 5% y traspasando al alza la media de 200 sesiones por primera vez en el año.
Desde el minuto anterior al tuit de Icahn al cierre de la sesión, la capitalización de Apple subió en 12.500 millones de dólares (unos 9.500 millones de euros), hasta los 445.000 millones de dólares.
Sin duda, uno de los tuits más valiosos de la historia...
Un tuit que vale 12.500 millones de dólares
Las acciones de Apple vivían ayer una sesión tranquila y moderadamente alcista, hasta que Twitter volvió a sacudir el mercado de valores de Wall Street. Cuando apenas quedaban 90 minutos para el cierre de la sesión, el afamado inversor Carl Icahn revolucionaba el valor con el siguiente tuit:
En el mismo, explicaba que habían tomado una amplia participación en Apple porque pensaban que el valor estaba extremadamente infravalorado. Además, explicaba que había hablado con Tim Cook, actual consejero delegado de Apple. Posteriormente, añadió que había sugerido al directivo una recompra de acciones por parte de la compañía tecnológica.
Desde ese mismo instante, el valor rompió la monotonía que venía arrastrando durante la sesión. Acabó cerrando con un alza de casi el 5% y traspasando al alza la media de 200 sesiones por primera vez en el año.
Desde el minuto anterior al tuit de Icahn al cierre de la sesión, la capitalización de Apple subió en 12.500 millones de dólares (unos 9.500 millones de euros), hasta los 445.000 millones de dólares.
Sin duda, uno de los tuits más valiosos de la historia...
20130806
Las 20 reglas de oro de Warren Buffett en los negocios
Las 20 reglas de oro de Warren Buffett en los negocios
Berkshire Hathaway, la empresa de Warren Buffett, anunció la semana pasada que sus ganancias aumentaron un 46% en el segundo trimestre del año. La mejoría de la compañía estuvo impulsada por la mejora en negocios como el de seguros de automóvil, la energía y el ferrocarril, además de las ganancias en inversiones y derivados.
Los resultados superan ampliamente las previsiones de los analistas, lo que refleja que Berkshire se está beneficiando de la ligera mejoría que disfruta la economía estadounidense.
Para llegar a estos resultados, Warren Buffett sigue una serie de principios o 'reglas de oro' que hace unos años explicó en una entrevista, y que aplica a rajatabla para operar en los mercados.
1. Nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como empresas tecnológicas complicadas.
2. Si no puede ver caer el 50% de su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores.
3. No intente predecir el rumbo del mercado de valores, la economía, los tipos de interés o las elecciones.
4. Compre compañías con un buen historial de beneficios y posición dominante en el mercado.
5. Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y viceversa.
6. El optimismo es el enemigo del comprador racional.
7. La capacidad de decir "no" es una enorme ventaja para un inversor.
8. Gran parte del éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resiste la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular del proyecto debe ser el letargo, bordeando la pereza.
9. Las oscilaciones salvajes de precios están más relacionadas con el comportamiento de los inversores que a los resultados empresariales.
10. Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer algo extraordinario para conseguir resultados excelentes.
11. No tome en serio los resultados anuales, sino los promedios de cuatro o cinco años.
12. Céntrese en el retorno de la inversión (no en las ganacias por acción), el nivel de endeudamiento y los márgenes de beneficio.
13. Invierta siempre a largo plazo.
14. Es absurdo el consejo de que "nunca se quiebra tomando un beneficio".
15. Recuerde siempre que el mercado de valores es maniaco-depresivo.
16. Compre un negocio, no alquile las acciones.
17. Busque empresas con mercados amplios, una imagen de marca fuerte y consumidores fieles, como Gillete o Coca Cola.
18. También son interesantes algunas compañías con marcas consolidadas pero que están infravaloradas por dificultades transitorias. Para buscar estas oportunidades, deben aprovecharse los mercados bajistas.
19. Busque compañías con gran capacidad de generación de efectivo y que, una vez en marcha, no necesiten grandes reinversiones.
20. Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico.
Berkshire Hathaway, la empresa de Warren Buffett, anunció la semana pasada que sus ganancias aumentaron un 46% en el segundo trimestre del año. La mejoría de la compañía estuvo impulsada por la mejora en negocios como el de seguros de automóvil, la energía y el ferrocarril, además de las ganancias en inversiones y derivados.
Los resultados superan ampliamente las previsiones de los analistas, lo que refleja que Berkshire se está beneficiando de la ligera mejoría que disfruta la economía estadounidense.
Para llegar a estos resultados, Warren Buffett sigue una serie de principios o 'reglas de oro' que hace unos años explicó en una entrevista, y que aplica a rajatabla para operar en los mercados.
1. Nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como empresas tecnológicas complicadas.
2. Si no puede ver caer el 50% de su inversión sin pánico, no invierta en el mercado de valores.
3. No intente predecir el rumbo del mercado de valores, la economía, los tipos de interés o las elecciones.
4. Compre compañías con un buen historial de beneficios y posición dominante en el mercado.
5. Sea temeroso cuando otros son codiciosos, y viceversa.
6. El optimismo es el enemigo del comprador racional.
7. La capacidad de decir "no" es una enorme ventaja para un inversor.
8. Gran parte del éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resiste la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular del proyecto debe ser el letargo, bordeando la pereza.
9. Las oscilaciones salvajes de precios están más relacionadas con el comportamiento de los inversores que a los resultados empresariales.
10. Un inversor necesita hacer muy pocas cosas bien si evita grandes errores. No es necesario hacer algo extraordinario para conseguir resultados excelentes.
11. No tome en serio los resultados anuales, sino los promedios de cuatro o cinco años.
12. Céntrese en el retorno de la inversión (no en las ganacias por acción), el nivel de endeudamiento y los márgenes de beneficio.
13. Invierta siempre a largo plazo.
14. Es absurdo el consejo de que "nunca se quiebra tomando un beneficio".
15. Recuerde siempre que el mercado de valores es maniaco-depresivo.
16. Compre un negocio, no alquile las acciones.
17. Busque empresas con mercados amplios, una imagen de marca fuerte y consumidores fieles, como Gillete o Coca Cola.
18. También son interesantes algunas compañías con marcas consolidadas pero que están infravaloradas por dificultades transitorias. Para buscar estas oportunidades, deben aprovecharse los mercados bajistas.
19. Busque compañías con gran capacidad de generación de efectivo y que, una vez en marcha, no necesiten grandes reinversiones.
20. Mientras más absurdo sea el comportamiento del mercado, mejor será la oportunidad para el inversor metódico.
20130805
20130804
Trece ganadores de la lotería que arruinaron sus vidas
Trece ganadores de la lotería que arruinaron sus vidas
Callie Rogers es el paradigma de la suerte mal aprovechada. Ganó dos millones de euros en la lotería cuando tenía 16 años y ahora, con 22, sólo le quedan 22.000 (que ya los querría yo para mí, ojo). Se lo gastó en cocaína, implantes mamarios, vacaciones a todo trapo, coches caros… pero bueno, eso es lo de menos. Lo que quería deciros es que ella no es la única. Hay otros diez casos flagrantes (y alguno más que he encontrado por ahí), que hace poco publicaba el Times. En total, 13 (ya es mala suerte) desafortunados:
Enviudó y se casó cinco veces (no una ni dos), sufrió un derrame cerebral, tuvo que desintoxicarse del alcohol, se convirtió en testigo de Jehovah, intentó suicidarse (éste es un clásico) e ingresó en una institución mental.
Supongo que mientras gastaba sus ganancias en ropa cara, coches de lujo no se imaginaba que iba a terminar sus días malviviendo con una pensión inferior a los 100 euros. Hay una obra de teatro que cuenta su vida.
Dos años más tarde se había gastado todo el dinero en su divorcio y en cocaína, fue acusado de asesinato y perdió el contacto con su familia. Al menos, eso es lo que dice su abogado.
Mujer de buena fe (y buen corazón), estableció 20 pagas anuales de unos 33.000 euros con su marido y su hija (y aún le sobraba). Desgraciadamente, algo falló cuando a Suzanne se le empezaron a acumular las facturas y tuvo que pedir un préstamo.
Once años después, la pobre mujer debe al banco más de 105.000 euros y culpa a la larga enfermedad de su yerno de su desgracia. Según ella, el hombre no tenía seguro y ha gastado casi 700.000 euros en facturas médicas.
Desgraciadamente, esta mujer de Nueva Jersey confiaba tanto en la suerte que se gastó sus casi 3.700.000 euros en juegos de azar. Ahora vive en una caravana.
Era el hombre más afortunado de Arizona, un Me llamo Earl de la vida. En su bolsillo sólo había cinco dólares y los gastó en comprar un billete de lotería, aunque hasta quince días después no volvería a tener ni un penique (siempre quise usar esta expresión).
A veces pasa, y a Shefik le pasó: ganó más de 4.500.000 euros y se pegó la vida padre viajando por Asia y África. Compró coches caros (realmente caros) y se dedicó a invertir. A invertir mal, por cierto, porque se declaró en bancarrota en 2006.
¿Qué harías con once millones de euros? Michael, que los ganó en 2002 cuando sólo tenía 19 años, creyó oportuno comprarse cuatro casas en Reino Unido, una en España para venir de vacaciones, dos BMW, dos Mercedes y unas cuantas acciones del Glasgow Rangers.
Cometió unos cuantos delitos menores, entre los que destaca la posesión de cocaína (si me toca la lotería y no compro cocaína… ¿me verán raro?). Al final, en 2006 fue condenado a nueve meses de cárcel después de que amenazara a dos jóvenes con un bate de béisbol (¿no es encantador?).
Sí, tal y como deducís, no le queda un euro.
Vivían en la más absoluta pobreza, auspiciados por la electricidad que salía del motor de un coche. Antes de ser juzgados, el marido de Rhonda murió; eso sí, obligando a la afortunada (o ya no tanto) mujer a fingir esclerosis múltiple.
Grabaron en secreto a Rhonda, descubrieron que no necesitaba muletas y pasó de ser muchimillonaria a ser condenada a dos años de prisión. Tiene que pagar una multa de 750.000 euros (Dios proveerá).
Su ex novia le demandó e intentó arañar algo de su fortuna, su hermano fue detenido porque contrató a un sicario para matarle (increíble pero cierto) y el resto de su familia le obligó a meterse en negocios que fracasaron (entre tanto tuvo tiempo de comprar casas, coches y… un avión, aunque no tenía licencia).
Es la historia más triste de todas, sin duda. Al final acabó en la cárcel (para no variar), con 685.000 euros de deuda, declarándose en bancarrota y sobreviviendo con 300 euros al mes. Murió en enero de 2006, con sólo 66 años.
Antes tuvo tiempo de donar parte de sus ganancias a obras benéficas y de entrevistarse con Al Gore y Bill Clinton.
Ganar 13.600.000 euros en la lotería le costó la vida. Dicen de Jeffrey que dio dinero a su familia y a sus amigos, pero eso no fue suficiente para algunos.
Ganó la lotería en 1986 y en 2005 fue secuestrado y asesinado de un disparo en la nuca. Los responsables del crimen fueron Victoria Jackson y Nathaniel Jackson.
Le encontraron muerto dos años después y, aunque la autopsia reveló que se trataba de un suicidio, la familia no se lo cree.
En esto también influye que les han quedado unos cuantos impuestos por pagar y el dinero de la lotería ha desaparecido misteriosamente.
El dinero empezó a causarle problemas entonces: su plan de comprar una vaca, pagar las facturas y comprar un garaje se fue a pique… terminó detenido por posesión de armas, intentando apuñalar al novio de una de sus hijas y muriendo de un infarto con sólo 43 años.
Vivió el “síndrome Gran Hermano“; es decir, que empezó siendo bastante majo, amigo de sus amigos, y terminó siendo un zumbao de la vida.
Donó dinero a fundaciones benéficas al poco de ganar el premio, pero luego le arrestaron por conducir ebrio, gastó casi 70.000 euros en un club de striptease (¡qué le harían!), le robaron cerca de 375.000 euros que llevaba en el coche (parece que muy espabilado no era) y luego le trincaron otros 137.000 (se confirma).
Le frieron a demandas (especial cariño le tienen en un casino de Atlantic City) y su nieta murió de sobredosis. Al parecer, gastaba en drogas los 1.500 euros que le daba Jake cada semana.
Callie Rogers es el paradigma de la suerte mal aprovechada. Ganó dos millones de euros en la lotería cuando tenía 16 años y ahora, con 22, sólo le quedan 22.000 (que ya los querría yo para mí, ojo). Se lo gastó en cocaína, implantes mamarios, vacaciones a todo trapo, coches caros… pero bueno, eso es lo de menos. Lo que quería deciros es que ella no es la única. Hay otros diez casos flagrantes (y alguno más que he encontrado por ahí), que hace poco publicaba el Times. En total, 13 (ya es mala suerte) desafortunados:
13- Vivian Nicholson
Es de las más famosas, sino la que más. Esta inglesa (de Castleford) ganó más de 171.000 euros en 1961 (unos dos millones de euros si extrapolamos su acierto a nuestros días). Es difícil resumir en un párrafo todo lo que le ocurrió a Vivian, famosa porque dijo que iba a “gastar, gastar y gastar” (y lo cumplió), pero lo voy a intentar.Enviudó y se casó cinco veces (no una ni dos), sufrió un derrame cerebral, tuvo que desintoxicarse del alcohol, se convirtió en testigo de Jehovah, intentó suicidarse (éste es un clásico) e ingresó en una institución mental.
Supongo que mientras gastaba sus ganancias en ropa cara, coches de lujo no se imaginaba que iba a terminar sus días malviviendo con una pensión inferior a los 100 euros. Hay una obra de teatro que cuenta su vida.
12- Willie Hurt
Willie, Willie, Willie. Antes de ganar los 2.000.000 que se embolsó con la lotería en 1989, este hombre de Michigan estaba felizmente casado, tenía una vida social activa y era un padre ejemplar (al menos eso dicen).Dos años más tarde se había gastado todo el dinero en su divorcio y en cocaína, fue acusado de asesinato y perdió el contacto con su familia. Al menos, eso es lo que dice su abogado.
11- Suzanne Mullins
Había ganado cerca de tres millones de euros en la lotería de Virginia (EE UU), allá por el año 1993.Mujer de buena fe (y buen corazón), estableció 20 pagas anuales de unos 33.000 euros con su marido y su hija (y aún le sobraba). Desgraciadamente, algo falló cuando a Suzanne se le empezaron a acumular las facturas y tuvo que pedir un préstamo.
Once años después, la pobre mujer debe al banco más de 105.000 euros y culpa a la larga enfermedad de su yerno de su desgracia. Según ella, el hombre no tenía seguro y ha gastado casi 700.000 euros en facturas médicas.
10- Evelyn Adams
Es difícil que un rayo caiga dos veces en el mismo lugar, pero también parece difícil que te toque la lotería dos veces, ¿no? Pues a Evelyn le pasó (en 1985 y 1986).Desgraciadamente, esta mujer de Nueva Jersey confiaba tanto en la suerte que se gastó sus casi 3.700.000 euros en juegos de azar. Ahora vive en una caravana.
9- Shefik Tallmadge
Era el hombre más afortunado de Arizona, un Me llamo Earl de la vida. En su bolsillo sólo había cinco dólares y los gastó en comprar un billete de lotería, aunque hasta quince días después no volvería a tener ni un penique (siempre quise usar esta expresión).
A veces pasa, y a Shefik le pasó: ganó más de 4.500.000 euros y se pegó la vida padre viajando por Asia y África. Compró coches caros (realmente caros) y se dedicó a invertir. A invertir mal, por cierto, porque se declaró en bancarrota en 2006.
8- Michael Carroll
¿Qué harías con once millones de euros? Michael, que los ganó en 2002 cuando sólo tenía 19 años, creyó oportuno comprarse cuatro casas en Reino Unido, una en España para venir de vacaciones, dos BMW, dos Mercedes y unas cuantas acciones del Glasgow Rangers.
Cometió unos cuantos delitos menores, entre los que destaca la posesión de cocaína (si me toca la lotería y no compro cocaína… ¿me verán raro?). Al final, en 2006 fue condenado a nueve meses de cárcel después de que amenazara a dos jóvenes con un bate de béisbol (¿no es encantador?).
Sí, tal y como deducís, no le queda un euro.
7- Rhoda Toth
Florida, 1990. Rhoda gana casi nueve millones de euros en la lotería (le sobraba para fichar a Arbeloa) y tarda un suspiro en gastarse todo el dinero. En 2006, Rhoda y su marido fueron acusados de evasión de impuestos.Vivían en la más absoluta pobreza, auspiciados por la electricidad que salía del motor de un coche. Antes de ser juzgados, el marido de Rhonda murió; eso sí, obligando a la afortunada (o ya no tanto) mujer a fingir esclerosis múltiple.
Grabaron en secreto a Rhonda, descubrieron que no necesitaba muletas y pasó de ser muchimillonaria a ser condenada a dos años de prisión. Tiene que pagar una multa de 750.000 euros (Dios proveerá).
6- William Post
Más de once millones de euros en 1988. ¡Guau! Eso sí que es dinero… Aunque a veces es mejor guardar el secreto, como una tumba y William Bud lo sabe mejor que nadie.Su ex novia le demandó e intentó arañar algo de su fortuna, su hermano fue detenido porque contrató a un sicario para matarle (increíble pero cierto) y el resto de su familia le obligó a meterse en negocios que fracasaron (entre tanto tuvo tiempo de comprar casas, coches y… un avión, aunque no tenía licencia).
Es la historia más triste de todas, sin duda. Al final acabó en la cárcel (para no variar), con 685.000 euros de deuda, declarándose en bancarrota y sobreviviendo con 300 euros al mes. Murió en enero de 2006, con sólo 66 años.
5- Janite Lee
A pesar de los más de 12 millones de euros que ganó en 1993, esta inmigrante surcoreana residente en Missouri terminó declarándose en quiebra en el año 2001.Antes tuvo tiempo de donar parte de sus ganancias a obras benéficas y de entrevistarse con Al Gore y Bill Clinton.
4- Jeffrey Dampier
Ganar 13.600.000 euros en la lotería le costó la vida. Dicen de Jeffrey que dio dinero a su familia y a sus amigos, pero eso no fue suficiente para algunos.
Ganó la lotería en 1986 y en 2005 fue secuestrado y asesinado de un disparo en la nuca. Los responsables del crimen fueron Victoria Jackson y Nathaniel Jackson.
3- Billie Bob Harrell
En 1997, Billie ganó más de 21 millones de euros. Dio dinero a la Iglesia y a su familia a espuertas, pero la presión pudo con él.Le encontraron muerto dos años después y, aunque la autopsia reveló que se trataba de un suicidio, la familia no se lo cree.
En esto también influye que les han quedado unos cuantos impuestos por pagar y el dinero de la lotería ha desaparecido misteriosamente.
2- Ralph Stebbings
En 2005, Ralph y Mary (su mujer), ganaron 142.000.000 euros. Una gran noticia: iban a viajar por todo el mundo y dejarían de trabajar. Sin embargo, algunos de sus familiares creyeron también que el dinero les alcanzaría para dejar ellos sus empleos.El dinero empezó a causarle problemas entonces: su plan de comprar una vaca, pagar las facturas y comprar un garaje se fue a pique… terminó detenido por posesión de armas, intentando apuñalar al novio de una de sus hijas y muriendo de un infarto con sólo 43 años.
1- Jake Whittacker
Bueno, tomad aire. Estamos en el año 2002 y Jake Whittacker gana 215.500.00 euros en la lotería. ¡¡¡215.500.000 EUROS!!! Kaká, Cristiano Ronaldo… y aún te sobra.Vivió el “síndrome Gran Hermano“; es decir, que empezó siendo bastante majo, amigo de sus amigos, y terminó siendo un zumbao de la vida.
Donó dinero a fundaciones benéficas al poco de ganar el premio, pero luego le arrestaron por conducir ebrio, gastó casi 70.000 euros en un club de striptease (¡qué le harían!), le robaron cerca de 375.000 euros que llevaba en el coche (parece que muy espabilado no era) y luego le trincaron otros 137.000 (se confirma).
Le frieron a demandas (especial cariño le tienen en un casino de Atlantic City) y su nieta murió de sobredosis. Al parecer, gastaba en drogas los 1.500 euros que le daba Jake cada semana.
20130803
Los cinco ejecutivos que más hacen ganar a sus empresas y que menos cobran
Los cinco ejecutivos que más hacen ganar a sus empresas y que menos cobran
La agencia Bloomberg ha elaborado un ranking en el que ha situado a las empresas con un valor de al menos 1.000 millones de dólares cuya rentabilidad en bolsa haya batido a la de este índice en lo que va de 2013.
La particularidad es que en el puesto más alto del índice se sitúan las compañías cuyas acciones han subido más y cuyos grandes líderes (CEO o chief executive officer) tienen el sueldo más bajo.
Algunos de estos CEO tienen sueldos muy bajos o casi simbólicos porque a veces cobran en acciones o porque simplemente poseen una participación muy grande en estas empresas.
Además, esta baja retribución salarial es uno de los estímulos de los CEOs de las grandes compañías para trazar una buena estrategia y conseguir así que las acciones de la compañía asciendan lo máximo posible. Y es que aunque algunos ya son millonarios, lo que se quiere lograr con este tipo de políticas es la implicación total del CEO con la empresa, pues de sus acciones depende su sueldo.
1. Robert Duggan, Pharmacyclics
Sueldo: 0 dólares
Ganancia de las acciones: 79%
Duggan es el CEO de Pharmacyclics, una farmacéutica que está desarrollando una medicina experimental contra el cáncer. El año pasado se negó a un posible sueldo compensatorio y es que se ha convertido en millonario gracias, entre otras cosas, a las acciones de la compañía. Cuenta con un patrimonio estimado que ronda algo más de los 1.200 millones de dólares.
2. Kosta Kartsotis, Grupo Fossil
Sueldo: 0 dólares.
Ganancia de las acciones: 21%
Al igual que Duggan, Kartsotis no recibe nada en concepto de sueldo, sin embargo, cuenta con la mayoría de las acciones de la compañía encargada de realizar artículos de moda, relojes o cuero, que están valoradas en 716 millones de dólares.
3. Larry Page, Google
Sueldo: 1 dólar
Ganancia de las acciones: 25%
Con un dólar como sueldo simbólico, Page ejerce como CEO de Google, tratando de hacer el imperio del gigante de Internet todo lo grande que sea posible. Gracias a sus acciones de la empresa (es cofundador de la compañía y accionista mayoritario) cuenta con una fortuna estimada en 26.200 millones de dólares.
4. Robert Pera, Ubiquiti Networks
Sueldo: 1 dólar
Ganancia de las acciones: 75%
Robert Pera tenía un sueldo de 65.000 dólares cuando estuvo trabajando en Apple en 2002. Aunque en aquella época no gano mucho en el gigante de Cupertino, le valió para coger aptitudes y saber cómo trabajar. Gracias a ello ha conseguido disparar las acciones de Ubiquiti Networks, donde es máximo accionista. Aunque se desconoce cuál es su fortuna exacta estimada, pudo permitirse liderar el grupo que compró el equipo de la NBA, Memphis Grizzlies, por 377 millones de dólares, según Bloomberg.
5. Joe Mansueto, Morningstar
Sueldo: 105.295 dólares
Ganancia de las acciones: 21%
Joe Mansueto, es el cofundador, CEO y mayor accionista de Morningstar. Sin embargo, además de ésto, cuenta con un holding financiero con base en Chicago cuyo valor supera los 1.900 millones de dólares.
La agencia Bloomberg ha elaborado un ranking en el que ha situado a las empresas con un valor de al menos 1.000 millones de dólares cuya rentabilidad en bolsa haya batido a la de este índice en lo que va de 2013.
La particularidad es que en el puesto más alto del índice se sitúan las compañías cuyas acciones han subido más y cuyos grandes líderes (CEO o chief executive officer) tienen el sueldo más bajo.
Algunos de estos CEO tienen sueldos muy bajos o casi simbólicos porque a veces cobran en acciones o porque simplemente poseen una participación muy grande en estas empresas.
Además, esta baja retribución salarial es uno de los estímulos de los CEOs de las grandes compañías para trazar una buena estrategia y conseguir así que las acciones de la compañía asciendan lo máximo posible. Y es que aunque algunos ya son millonarios, lo que se quiere lograr con este tipo de políticas es la implicación total del CEO con la empresa, pues de sus acciones depende su sueldo.
1. Robert Duggan, Pharmacyclics
Sueldo: 0 dólares
Ganancia de las acciones: 79%
Duggan es el CEO de Pharmacyclics, una farmacéutica que está desarrollando una medicina experimental contra el cáncer. El año pasado se negó a un posible sueldo compensatorio y es que se ha convertido en millonario gracias, entre otras cosas, a las acciones de la compañía. Cuenta con un patrimonio estimado que ronda algo más de los 1.200 millones de dólares.
2. Kosta Kartsotis, Grupo Fossil
Sueldo: 0 dólares.
Ganancia de las acciones: 21%
Al igual que Duggan, Kartsotis no recibe nada en concepto de sueldo, sin embargo, cuenta con la mayoría de las acciones de la compañía encargada de realizar artículos de moda, relojes o cuero, que están valoradas en 716 millones de dólares.
3. Larry Page, Google
Sueldo: 1 dólar
Ganancia de las acciones: 25%
Con un dólar como sueldo simbólico, Page ejerce como CEO de Google, tratando de hacer el imperio del gigante de Internet todo lo grande que sea posible. Gracias a sus acciones de la empresa (es cofundador de la compañía y accionista mayoritario) cuenta con una fortuna estimada en 26.200 millones de dólares.
4. Robert Pera, Ubiquiti Networks
Sueldo: 1 dólar
Ganancia de las acciones: 75%
Robert Pera tenía un sueldo de 65.000 dólares cuando estuvo trabajando en Apple en 2002. Aunque en aquella época no gano mucho en el gigante de Cupertino, le valió para coger aptitudes y saber cómo trabajar. Gracias a ello ha conseguido disparar las acciones de Ubiquiti Networks, donde es máximo accionista. Aunque se desconoce cuál es su fortuna exacta estimada, pudo permitirse liderar el grupo que compró el equipo de la NBA, Memphis Grizzlies, por 377 millones de dólares, según Bloomberg.
5. Joe Mansueto, Morningstar
Sueldo: 105.295 dólares
Ganancia de las acciones: 21%
Joe Mansueto, es el cofundador, CEO y mayor accionista de Morningstar. Sin embargo, además de ésto, cuenta con un holding financiero con base en Chicago cuyo valor supera los 1.900 millones de dólares.
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