20130816

Por qué dejé de ser autónomo (I)

  • invertir en la herramienta de trabajo (en su caso, un portátil) no se debería ver como un error.. claro que una cosa es comprar un mobil o tableta por 100 euros y un portátil por 500 Euros, y otra gastarse 500 Euros en el mobil o tableta y luego casi 3000 en el portátil.. no es lo mismo..

  • gastos de gestoría y hosting: busca, compara.. hoy día es difícil encontrar alguien comprometido por su trabajo, así que es muy difícil que pongan interés en lo que están haciendo más allá de cobrar a fin de mes.. así que si el resultado va a ser el mismo, no hay que pagar de más..

  • lo que él llama "estacionalidad de la economía española", no es tal. Lo único que ocurre es que hay una recesión como nunca (aunque los "medios de información" se ocupen de anunciar la pronta recuperación): 7 millones de parados, y los que trabajan, la mayoría en el submileurismo.. así es difícil que la economía vaya más allá de la mera subsistencia. Evidentemente hay ricos, pero éstos se mueven en otros círculos, y es mucho más difícil llegar a ellos..

  • falta de disciplina: tener 3 o 4 proyectos a la vez no ayuda en nada y afecta a la concentración (lo mismo que distracciones contínuas como llamadas..).. Si no se puede hacer en ese momento, es mejor comunicarlo al cliente (y que éste sepa que va a tener que esperar) a decirle que estamos en ello y darle largas..

  • algo que no menciona: lo que ha gastado en impuestos, tasas, cotizaciones y otro papeleo (y no me refiero a gastos de gestoría).. en muchos países éstos costes (y más para alguien que está empezando y tiene una facturación baja) son anecdóticos.. hispanistán es de los países donde es más difícil empezar un negocio, pero además es de los países donde es más caro mantener abierta la persiana.. y son gastos fijos (se facture o no se facture), y éste es el verdadero problema del país, porque el emprendedor acaba trabajando para el Estado (que se lleva casi todo lo que gana, en ocasiones incluso más de lo que gana). Se martiriza al pequeño. Y las empresas grandes tienen sucursales en paraísos fiscales, y tienen tinglados financieros.. y hay que subir impuestos y tasas (que acaban pagando los mismos de siempre) porque el Ministro dice que las cuentas no salen..


Por qué dejé de ser autónomo (I)
Quiebra Autónomo
Hace unos días recibí duras críticas en Menéame por intentar promover unos artículos de este blog allí (con toda mi buena intención, todo sea dicho). Fui criticado porque este es mi blog profesional, y no querían publicidad allí.

Lo que no sabían es que, aunque fuera mi “blog de empresa” yo ya había cesado mi actividad, había dejado de ser autónomo. Cuando dije que no tenía fines comerciales al publicar eso dije la verdad.

¿Y por qué dejé de ser autónomo? Pues porque cometí muchos errores. Sí que es cierto que ni el gobierno ni la situación actual me lo ponían fácil, pero podría haberlo hecho mejor. Y hoy estoy aquí para contar donde fallé.

Mis errores

Debo avisar, estoy casi completamente seguro de que cometí más errores de los que he sido capaz de identificar, puede que no de la explicación completa de por qué fracasé como autónomo.

Aun así creo que los siguientes puntos pueden resultar útiles a quien los lea y tenga pensado lanzarse a la aventura.

Ten preparado un buen cojín

Uno de los fallos más graves que cometí consistió en empezar con una cantidad de ahorros demasiado pequeña. Mi salario anterior era de unos 18.000€ brutos anuales, así que podréis imaginar que mucho no pude ahorrar. Además no fui despedido (marché voluntariamente), por lo que no pude capitalizar mi prestación por desempleo.

Mi consejo: Aunque puedas tener suerte y conseguir unos ingresos mínimos estables en poco tiempo, no es aconsejable empezar si no tienes ahorros para aguantar como mínimo un año entero (suponiendo 0 ingresos). Hay que tener en cuenta la fuerte estacionalidad de la economía española y los efectos que ésto puede tener en los autónomos.

Casi nada es imprescindible ¡renuncia a algo!

Otra cagada antológica fue mi nivel de gasto. Con la excusa de que necesitaba una mejor herramienta de trabajo me autoconvencí para comprarme un nuevo portátil (el viejo se arrastraba, pero podría haber aguantado más con él).

Otros gastos innecesarios fueron la gestoría (con mi nivel de facturación bien podía haber aprendido a manejar el papeleo, como después hice). Además, tampoco hice bien mi trabajo a la hora de buscar alternativas menos costosas dentro de los costes que debía asumir sí o sí.

Mi consejo: Aunque sea cierto que necesites nuevas herramientas de trabajo, piénsatelo 2 veces antes de adquirirlas. Mira si puedes aguantar un tiempo más sin que eso reduzca la calidad de tu trabajo realizado (al cliente es lo único que le importará).

Busca alternativas siempre que puedas, es crucial comparar precios. No te sientas mal si lo más barato lo ofrece alguien de China o Afganistán, ya tendrás tiempo en el futuro de compensarlo. Cuando se está empezando lo que prima es la supervivencia del negocio, las causas justas no deben olvidarse pero se pueden aplazar hasta que tenerlas en cuenta no amenace la viabilidad de nuestra aventura.

Con eso no quiero decir que todo valga, pero hay que saber relativizar los hechos. Por ejemplo, yo adquirí el hosting de este blog en Dinahosting. Me atrajo su servicio de atención al cliente y que fueran españoles. Quise poner mi granito de arena para potenciar la economía local… y no hice bien.

Una opción más lógica habría sido contratar un servidor a OVH, que ofrece un peor servicio de atención al cliente y además es francesa. ¿Por qué? Pues porque no tiene ningún sentido esperar que le traten a uno como un rey cuando se es un autónomo en situación precaria, y de nada sirve querer potenciar la economía local si te quedas en el intento.

Se liga más saliendo a la calle que chateando en Internet

Supongo que en parte por deformación profesional (soy informático), y en parte por miedo (irracional) al rechazo, mi estrategia de captación de clientes se centró excesivamente en los canales online: web, redes sociales y publicidad online.

Debo admitir que ni tansiquiera me moví bien en Internet, pero eso no es lo que marcó la diferencia. La construcción de la imagen de marca es algo lento y costoso (a no ser que se cuente con un buen saco de billetes), y esa imagen de marca es muy necesaria para promocionarse en la red de redes.

Mi prioridad debería haber sido “salir a la calle” y arriesgarme a oír 100, 1000 o 10000 veces “NO” hasta recibir un primer “SÍ”. Hice tímidos intentos, pero ni mucho menos los suficientes.

La disciplina no es solo para los militares

No fui lo suficientemente autodisciplinado. Si bien es cierto que casi no me concedía ratos libres, la frustración pudo conmigo más de una vez, y esto se traducía en horas y horas leyendo noticias (o jugando) en detrimento del cumplimiento de mis tareas.

¿Qué debería haber hecho? Pues (según lo veo ahora) marcarme un horario, pero no solo eso, también un calendario con deadlines que me hubieran obligado a mantener un ritmo más alto de trabajo.

Mi ritmo irregular de trabajo no fue mi único punto flaco en el ámbito de la disciplina. No serializé suficientemente mis tareas, no era raro encontrarme con 3 o 4 trabajos a medias. Mi tendencia a la dispersión jugó en mi contra.

Trabajar en distintas cosas a la vez no solo reduce el rendimiento medio, también puede acabar minando la moral. La razón es sencilla: se trabaja mucho, pero no se da por terminado casi nada. Concluir tareas ayuda a mantener una sensación de avance constante que sirve para mantener la motivación personal.

La historia no acaba aquí

Dejo de ser autónomo solo de forma temporal. No lo dejé sólo porque mis pasos me hubieran llevado a una situación delicada. Mi objetivo inicial era ganar dinero con clientes y dedicar un cierto tiempo extra al desarrollo de algún producto sobre el que pudiera construir una empresa posteriormente.

La realidad fue mucho más cruda, no me quedaba ni un minuto libre para dedicarme a lo que realmente quería. Pasaba más tiempo gestionando, buscando clientes y negociando con ellos que programando.

Entonces, viendo que no iba por buen camino busqué un puesto en Atrápalo, realicé las entrevistas y allí estoy trabajando. Ahora puedo dedicar unas pocas horas de mis tardes a desarrollar un producto, y con el sueldo (más alto que el anterior) puedo ir ahorrando para dar el salto llegado el momento :) .

Algunos pueden pensar que podría haber hecho lo mismo en el anterior trabajo, pero no. Allí (en Bananity) hacíamos horas extra casi cada día.

De mis pocos aciertos, y de otros motivos por los que dejé de ser autónomo hablaré en los siguientes artículos. Sobre Bananity hablaré cuando despegue o cuando quiebre (lo más probable).

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