Sin casa y endeudado hasta el 2054
Un vigués pagará 250 euros al mes durante 40 años por su piso subastado
VIGO / LA VOZ 20 de octubre de 2012 05:00
Leandro Vázquez es un hipotecado en paro que esta semana llegó a un
acuerdo con su banco, que ha vendido su piso tras desahuciarlo. Pagará
250 euros al mes durante 40 años, hasta el 2054, para saldar una deuda
de 94.800 euros, que es lo que le falta por abonar de la casa que compró
y que ha perdido. De no haber cerrado esta operación, el banco también
habría ejecutado el embargo de la vivienda de sus padres y avalistas.
«Firmé porque prefiero un arreglo malo a que embarguen la casa de mis
padres», dijo ayer. El afectado pidió en pleno bum del ladrillo una
hipoteca de 168.000 euros para comprar un céntrico apartamento en la
calle Menéndez Pelayo. Con la crisis, cayó en el paro y pidió prestado a
familiares para pagar las letras, así como más créditos, lo que le
sobreendeudó. A punto de ser desahuciado, quiso negociar con el banco
una dación en pago para saldar toda su deuda con la entrega de las
llaves de la casa. Esta solución es usual en Estados Unidos, pero no
tanto en España, aunque varios vecinos de O Morrazo han logrado cerrar
el canje recientemente.
A él, el banco le daba esquinazo, pero lo apoyaron otros afectados de
Stop Desahucios y una plataforma de hipotecados. Hicieron protestas en
la sucursal de Ibercaja en Vigo y ganó tiempo. «Quería evitar que
también le quitasen la casa a mis padres por haber sido mis avalistas»,
afirmó. La central de Zaragoza le dio esta semana la respuesta. El banco
ha vendido su apartamento y con lo que ha sacado cubre la mitad de la
deuda, pero aún le restan por devolver 94.800 euros. La entidad,
atendiendo a sus circunstancias personales, le propuso un plan para
pagar en cómodas cuotas.
La parte buena del contrato es que los padres no entregarán su casa,
pero trasladarán la hipoteca a una cuenta especial para garantizar que
el banco sea el primer acreedor en cobrar en caso de impago y posterior
embargo. Además, Leandro dispondrá de dos años de carencia o de margen
en los que se libra de pagar las letras que faltan. Solo abonará 100
euros al mes correspondientes a los intereses hasta noviembre del 2014.
La cuesta arriba empezará a partir de entonces porque se hará cargo de
una cuota de 250 euros mensuales durante 40 años para saldar el
principal. «Al que no se lo crea, le enseño el contrato, pagaré un piso que no tengo hasta que cumpla 78 años»
, dijo ayer. Cerró el acuerdo porque vio en él una tabla de salvación.
Esa tregua de dos años la aprovechará para buscar empleo, «una
oportunidad para salir a flote». Desde que firmó está en «estado de
shock». Y añade: «Tengo la tranquilidad de que no ejecutarán la hipoteca
de mis padres, pero también de que el banco me va a cobrar hasta el
último duro. Quizás, más adelante, pida una quita».
El desahuciado vive ahora en la vivienda de sus padres, la misma que
libró del embargo. «Fui muy tarde a hablar con la plataforma de ayuda a
los hipotecados, no debí esperar a tener tres o cuatro letras sin pagar.
La gente debe adelantarse a las jugadas de los bancos porque luego no
hay solución, lo tienen todo bien atado, todo son gastos y se dispara la
deuda», explicó. Y pide que «no se siga haciendo esto, no puede ser que
unos naden en la abundancia y otros nos arrastremos por la charca».
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