20061214

Cobraron por hacer preguntas

El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció este miércoles que se privará de tres meses de salario como autocastigo tras el reconocimiento de su gobierno de que hubo personas que cobraron por hacer determinadas preguntas a dirigentes políticos en reuniones públicas ciudadanas.

El gobierno japonés ha organizado desde 2001 hasta 174 reuniones locales en las que los ciudadanos pueden plantear las preguntas que deseen a sus dirigentes políticos.

Diversos altos funcionarios han confesado recientemente que varios espectadores habían sido pagados previamente para que hicieran las "buenas" preguntas en estos actos, instaurados a iniciativa del anterior primer ministro, Junichiro Koizumi.

"Debemos demostrar que somos sinceros", dijo Abe, quien aunque sólo lleva el poder desde septiembre ejercía de "número dos" en el gobierno de Koizumi. "Castigaremos a los directamente implicados en este asunto. Por mi parte, en tanto que secretario general del gobierno de la época y actual primer ministro, quiero inflingirme tres meses de privación de salario", dijo a los periodistas.

Ya el día que tomó el poder, Abe anunció que reduciría su salario en un 30% y el de sus ministros en un 10% para dar ejemplo en la política de austeridad presupuestaria que pretende llevar a cabo. Sin contar con esta anunciada reducción, el salario oficial de un primer ministro en Japón ronda los 41 millones de yenes (unos 270.000 euros) anuales.

Pese a estos sacrificios económicos, la popularidad de Abe se encuentra en caída libre, ya que numerosos japoneses dudan de su capacidad para llevar a cabo las reformas consideradas esenciales para la economía del país.

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