La impotencia por el alza del petróleo, aviva "la revolución del biodiesel" en Estados Unidos, la tierra prometida de los automóviles, donde un grupo ecologista de California propone cambiar el carburante tradicional por aceite para freír.
Desde hace algunos meses, el "Oasis", una pequeña estación de servicio de la progresista ciudad de Berkeley, cuna de la oposición a la guerra de Vietnam en los años 1960, atrae cada vez más conductores de vehículos diesel interesados en probar la interesante y económica propuesta para potenciar sus motores.
Y es que "Oasis", abierta a finales de 2003, es el único punto de aprovisionamiento a 70 km a la redonda que cuenta con "biodiesel", un carburante 100% natural, porque se obtiene a partir de aceite para freir usado y el cual, ya está comprobado, es capaz de echar a funcionar la mayoría de los automóviles diesel.
En Estados Unidos, el diesel es muy poco común para los automóviles particulares y cuesta cerca de un 8% más que el combustible sin plomo de mejor calidad, lo cual es diametralmente opuesto a la situación general en Europa.
El número de seguidores del "oasis del biocarburante" se haya triplicado desde los primeros meses en que empezó sus funciones, de acuerdo a una de las cofundadoras, Jennifer Radtke.
"Las personas descubren que estamos acá, y que pueden comprar biocarburante. Luego, van a comprar un automóvil diesel", afirmó Radtke. "Muchos de ellos no quieren que su dinero se vaya en el petróleo o en la guerra" en Irak, asegura la propietaria.
Para montar una refinería doméstica, se necesita un garaje o un lugar amplio donde se pueda instalar un material que cuesta unos 500 dólares, según Radtke. Luego, no hay más que ir a darse un paseo por los restaurantes del barrio, cuyos dueños estarán felices de sacarse de encima los aceites usados, por los que deben pagar a empresas de reciclaje que normalmente lo levantan de sus locales. Una vez filtrado, se le añade un poco de metano y otros ingredientes que le darán las mismas propiedades físicas del gasoil. Así, el biocarburante estará listo para ser vertido en el tanque del automóvil.
Pero ¡cuidado!: "Hay que buscar un buen aceite, no esas cosas que sueltan las comidas rápidas como McDonald's", advierte Radtke, hoy por hoy toda una refinería personalizada y alternativa.
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